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Más sobre Aang
Artículo principal Aang
Historia
Libro Uno: Agua (12 AG - 100 DG)

Libro Dos: Tierra (Primavera del 100 DG)
Libro Tres: Fuego (Verano del 100 DG)

Relaciones
Relaciones de Aang
Otros medios

Aang en el episodio piloto

Después de ser congelado en un iceberg durante cien años, Aang, el nuevo Avatar, fue descubierto por dos adolescentes de la Tribu Agua, Katara y su hermano Sokka. Acompañado por sus nuevos aliados, Aang se embarcó en un viaje para dominar los cuatro elementos, en preparación para su eventual enfrentamiento con el Señor del Fuego Ozai.

Despertar

Aang en el iceberg

Aang dentro del iceberg.

Cien años habían pasado cuando dos hermanos adolescentes de la Tribu Agua del Sur - Katara, una Maestra Agua, y su hermano Sokka, descubrieron y liberaron a Aang de su iceberg. El primer pensamiento de Aang después de ser liberado del iceberg fue a pedir a su libertador, Katara, que lo acompañara a andar en pingüinos como trineo. A pesar de las sospechas de Sokka de que podría ser un infiltrado de la Nación del Fuego, estas se disiparon un poco cuando Aang estornudó y voló quince metros en el aire. A pesar de que aún no confiaban plenamente en el Maestro Aire, no tuvieron otra alternativa que dejar que los llevara en su bisonte volador a su tribu, aunque el bisonte no voló como era esperado. El trío viajó a la aldea, donde la tribu recibió a Aang con miradas desconcertadas de los nativos, que no habían sido testigos de un Maestro Aire antes.

En la tribu, Aang se dedicó a jugar con los más pequeños y hacer demostraciones de Aire Control, y al poco tiempo, destruyó la torre de vigilancia que Sokka había erigido. Al tiempo, Katara encontró a Aang en las afueras de la aldea, quien trataba de atrapar sin éxito a un pingüino. Ella le reveló que era la última Maestra Agua de su tribu, y que no tenía a nadie para enseñarle, a lo que Aang le contestó que podría ir a la Tribu Agua del Norte para buscarse un instructor. Cuando Katara le contestó que sería algo difícil para ella, Aang se ofreció a llevarla a cambio de que ella lo ayudara a atrapar un pingüino. Una vez sobre los trineos, ambos recorrieron una gran distancia hasta llegar a un naufragio de un barco de la Nación del Fuego, y a pesar de la negativa de Katara, el Maestro Aire la convenció de entrar. Mientras recorrían los camarotes del barco, Katara dedujo que Aang no había estado unos días congelado, sino aproximadamente cien años, cosa que dejó al joven sorprendido.

Cuando entraron a una habitación, una trampa se activó, la cual los encerró con una reja y lanzó una bengala al cielo, que fue vista por un Príncipe desterrado. Afortunadamente para los atrapados, había un agujero en el casco de la nave, lo cual les permitió salir del naufragio y volver al campamento.

Una vez allí, fueron confrontados por la tribu, y pronto, Aang fue desterrado por decreto de Sokka. Aunque en un principio, Katara quiso acompañarlo, pero después de unas palabras de su hermano y unos segundos de reflexión, Aang le informó que no quería ser la causa por la que tuviera que elegir entre ir al Polo Norte, o quedarse con su tribu, por lo que se fue en Appa a un lugar alejado hasta saber cuál sería su próximo movimiento. Mientras estaba meditando sobre su situación, vio como un barco navegaba en dirección al campamento, y corrió para ayudarlos.

Al llegar a la tribu, Zuko, el príncipe que había visto la bengala, estaba amenazando a los aldeanos, y lo derribó al pasar sobre un pingüino. Durante una corta batalla, Aang logró mantenerse a salvo, pero se dio cuenta que no podría proteger a los miembros de la tribu, por lo que se entregó con la promesa que la Nación del Fuego se retiraría de la aldea y la dejara en paz. Antes de que la puerta del barco se cerrara, Aang le pidió a Katara que cuidaran de Appa.

Archivo:Aang evades Zuko.png

Aang luchando contra Zuko.

Amarrado y despojado de su planeador, Aang fue escoltado bajo cubierta, pero logró escaparse con una demostración de sus habilidades en Aire Control. Pero no podía escapar aún, ya que para hacerlo, necesitaba su planeador, que empezó a buscar por los camarotes de la nave hasta encontrarlo en una habitación, a la cual entró solo para que la puerta fuera cerrada tras él por el Príncipe Zuko. Una vez más, se desató un duelo en el que Aang tomo ventaja del lugar reducido y los elementos de la habitación para luchar defensivamente contra el Maestro Fuego. Finalmente, Aang se vio obligado a usar el colchón de la habitación para poder vencer al príncipe al golpearlo contra la pared y el techo.

Estando afuera de la torre, Aang saltó y abrió su planeador, sintiendo la libertad que pronto le fue arrebatada cuando Zuko saltó sobre él y cayeron a la cubierta del barco. Mientras luchaban nuevamente, Aang fue empujado al borde del barco, y fue ahí cuando vio a Appa acercándose, lo que causó la distracción necesaria para que Aang fuera derribado y cayera al agua helada. Sumergido en las profundidades, el Estado Avatar entró en acción, y Aang salió en un surtidor de agua, subió a bordo, derribó a los soldados que estaban en la cubierta en el momento, y salió del Estado Avatar. Una vez que Katara y Sokka lo subieron a Appa, empezaron a alejarse, solo para ser atacados por una bola de fuego combinada de Iroh y Zuko, la cual logró desviar y causar una avalancha sobre el barco. A medida que se alejaban, Katara le preguntó por qué no les había dicho que era el Avatar, y él respondió melancólicamente que la razón era porque nunca había querido serlo en un principio.

La primer parada del grupo fue en el Templo Aire del Sur, donde Aang esperaba encontrar a algunos Nómadas Aire que hubieran sobrevivido. Pero pronto, Aang descubrió que en su ausencia, los temores de la guerra se habían convertido en una realidad. El mismo año de su desaparición, el líder de la Nación del Fuego en ese momento, el despiadado Señor del Fuego Sozin, tomó ventaja de los poderes de un cometa para lanzar una guerra contra las otras tres naciones. Para estupefacción e incredulidad de Aang, el golpe de apertura de la Nación del Fuego había sido un asalto genocida contra los Nómadas Aire, en un intento de matar a la última encarnación del Espíritu Avatar. Los cuatro Templos Aire había sido asaltadas y aunque lucharon contra los invasores, dejando muchos cadáveres a su paso, los monjes emboscados fueron sacrificados. Por lo tanto, Aang se convirtió en el último Maestro Aire conocido en existencia. En el templo, el Avatar descubrió a un lémur volador que llevó consigo en sus viajes, y a quien nombró Momo.

Aang se había dado cuenta, ya que el futuro de las cuatro naciones descansaba en sus manos. Era su deber de derrotar a la Nación del Fuego y restaurar la paz y la armonía al mundo. Para lograrlo, Aang y sus nuevos amigos y mascotas partieron en una misión para encontrar y aprender de los Maestros de las artes de Control, mientras que debían evadir la captura de la Nación del Fuego.

Archivo:El equipo Avatar capturado por las gurreras Kyoshi.png

El Equipo Avatar capturado por las Guerreras Kyoshi.

Durante una de sus desvíos, aterrizaron en la Isla Kyoshi. Allí, fueron capturados por las Guerreras Kyoshi. Los habitantes se habían mantenido fuera de la guerra de los últimos cien años y por lo tanto eran xenófobos a los forasteros. El anciano de la aldea, Oyaji, y la guerrera Suki creía que eran espías de la Nación del Fuego y estaban a punto de tirarlos al unagi, hasta que Aang demostró que él era el Avatar y se convirtieron en invitados de honor en el pueblo. Sin embargo, el nuevo estatus de celebridad de Aang se le subió a la cabeza, que causó que entretuviera e impresionara a un grupo de chicas, para gran consternación de Katara. Cuando el príncipe Zuko llegó a la Isla Kyoshi, tratando de capturar al Avatar, Aang se dio cuenta de que al permanecer mucho tiempo en un mismo lugar, había puesto en peligro a la gente. Por lo tanto, se escapó con Katara y Sokka, sabiendo que Zuko lo seguiría y saldría de la isla. Antes de salir, sin embargo, Aang saltó de Appa y montó al unagi, controlando la criatura para rociar agua sobre las casas en llamas.

En otro desvío, llevó a Katara y Sokka a la ciudad del Reino Tierra de Omashu, donde, hacía mucho tiempo, su amigo de la infancia, Bumi, le mostró la mayor montaña rusa del mundo en el sistema postal de la ciudad. Después de deslizarse por su propia montaña rusa, Aang, Sokka y Katara fueron detenidos por los daños y llevados ante el Rey. El viejo, que parecía estar loco, engañó a Aang para revelar que él era un Maestro Aire y por lo tanto, el Avatar, e hizo que el trío fuera llevado a una cámara de prisión reformada. Aang se despertó para descubrir que sus amigos habían desaparecido. El Rey lo hizo llamar, con tres consignas para ser liberado. Para impedir que Aang se negara, encerró a Katara y Sokka en un extraño mineral llamado genamita o "cristal trepador", y sólo liberaría si pasaba las tres pruebas.

Durante el pirmer desafío, Aang tuvo que tomar una llave que estaba en el medio de una cascada para que el rey pudiera abrir su caja de comida. En su primer intento, Aang intentó subir una escalera por la cascada, pero la presión del agua era demasiada, y tras varios intentos, logró sacar la llave de la cascada al atravesar la cadena que la sostenía con una roca afilada.

En el segundo desafío, Aang tenía que recuperar a la mascota del rey, Flopsie en una pequeña zona encerrada, al principio perseguía a un conejo de orejas caídas con una enorme bestia siguiéndolo, luego se dio cuenta de que Flopsie era la cabra gorila y no el conejo, cuando lo notó, el animal detuvo su persecución y se dirigió a su amo real.

Aang y el Rey Bumi

Aang y Bumi en la resbaladilla.

Finalmente, el tercer desafío consistía en un duelo con un oponente que Aang podría elegir, y eligió al rey mismo, quien no resultó ser el rey frágil por el que se hacía pasar, sino que era un poderoso Maestro Tierra que demostró ser un gran rival para el Avatar. Tras una dura batalla, el rey decidió declarar un empate, y se retiró a donde se encontraban Sokka y Katara, quienes estaban casi totalmente cubiertos por el mineral. Una vez que Aang llegó allí, el Maestro Tierra le informó de un desafío extra, averiguar su nombre. Al averiguar que la relación entre sus retos aparentemente al azar era que tenía que pensar de manera poco convencional, Aang identificó al rey. Resultaba que se trataba de su amigo Bumi, que había dicho algo parecido a lo de pensar de manera poco convencional cien años antes. Tras liberar a sus amigos según lo prometido, Bumi le dijo a Aang que para poner fin a la guerra, debía aprender todas las artes de control y derrotar al mismo Señor del Fuego. Antes de que el equipo saliiera de la ciudad, Aang y Bumi montaron el sistema de correo Omashu una última vez por los viejos tiempos.

Maestros Tierra encarcelados

Cuando un joven Maestro Tierra que el grupo había conocido de un pueblo controlado por la Nación del Fuego en que no se permitía el uso de Tierra Control fue descubierto y llevado a una prisión en el mar, Aang ayudó a que Katara pasara como Maestra Tierra usando su Aire Control para fingir Tierra Control. Junto con Sokka, él le dio a Katara un día antes de que pasaran a buscarla. Transcurrido el tiempo pactado, ellos pasaron por Katara, quien ante la negativa de dejar a todos los Maestros Tierra, hizo que los muchachos se quedaran con ella para elaborar un plan que liberaría a los cautivos.

Al día siguiente, Aang hizo que una gran cantidad de carbón quedara a disposición de los Maestros Tierra, quienes después de unos momentos, reaccionaron y lucharon por su libertad. Con la pelea ganada y los prisioneros liberados, los jóvenes reanudaron su viaje.

Solsticio de Invierno

Archivo:Aang intenta salvar a Sokka.png

Aang intentando salvar a Sokka.

Al tratar de ayudar a un pueblo atormentado por un espíritu enojado, sin saberlo, Aang entró en el Mundo de los Espíritus luego de que el espíritu secuestrara a Sokka. Al principio, Aang intentó hablar con las personas en el mundo físico, pero eso le resultaba imposible, ya que su cuerpo no se encontraba junto a su proyección espiritual. Al poco tiempo, vio un dragón que se le acercaba, quien resultó ser del Avatar Roku, cuyo nombre era Fang, quien lo llevó en su estado espiritual al Templo de Roku en la Isla Creciente. Al mostrarle diferentes visiones de un cometa de fuego y rayos de luz que brillaban hacia la estatua de Roku, Aang se dio cuenta de que podía hablar con su encarnación anterior durante el solsticio de invierno.

Fang llevó a la proyección espiritual de Aang a donde se encontraba su cuerpo, y esa noche, cuando el espíritu atacó la aldea, Aang lo confrontó, y vio que estaba enojado porque la Nación del Fuego había quemado el bosque que el espíritu cuidaba. Al explicarle que el bosque volvería a crecer, el espíritu tomó la forma de un panda gigante, y devolvió a los aldeanos secuestrados y a Sokka al mundo físico. Tras reencontrarse con su amigo, Aang anunció que debía ir a la Nación del Fuego para hablar con su vida pasada, viaje al que sus amigos dijeron que lo acompañarían.

Aang conoce a Roku

Aang hablando con Roku sobre el cometa.

En la mañana del solsticio, Aang y sus amigos pasaron por un bloqueo de la Marina del Fuego y entraron en aguas de la Nación del Fuego, poco después llegando al Templo Avatar. Con la ayuda del Sabio del Fuego que seguía fiel al Avatar, Shyu, Aang logró entrar en la cámara interior del templo. El Avatar Roku, que se manifestó cuando la luz del sol del solsticio llegó a los ojos de la estatua, le advirtió a Aang del Cometa de Sozin, un cometa que volvía una vez cada cien años, y aumentaba considerablemente el poder de un Maestro Fuego. El Señor del Fuego Sozin había utilizado el poder del cometa para iniciar la guerra, hacía un siglo, y el Cometa de Sozin volvería al final del verano. Si Aang no derrotaba al Señor del Fuego antes de la llegada del cometa, la Nación del Fuego sería imparable, y el Avatar sería incapaz de restablecer el equilibrio en el mundo. Aang estaba desesperado porque no había aprendido las otras artes de control y no podría completar su formación antes de la llegada del cometa, pero Roku le aseguró que, tal como habían hecho sus encarnaciones anteriores, tendría éxito. Al final del solsticio, Roku ayudó a Aang en el enfrentamiento contra el Almirante Zhao y sus tropas que estaban esperando fuera del santuario. Aang fue capaz de manifestarse como su encarnación anterior, que procedió a destruir el templo completamente. Aang y su equipo fueron capaces de escapar de manera segura.

Aunque normalmente tomaba años de disciplina y entrenamiento para dominar cualquier elemento en particular, Aang debía dominarlos todos, y derrotar a Ozai antes del final del verano.

El pergamino de los Maestros Agua

Con el conocimiento de la inminente llegada del cometa, el peso de su deber agitaba cada vez más a Aang. Para ayudar a aliviar su situación, aterrizó cerca de un río en frente de una cascada donde Katara se ofreció para comenzar a entrenarlo en el arte del Agua Control. Aang se desvistió rápidamente a sus calzoncillos rojos, pero Katara le dijo que recordara la razón por la que estaban allí. Sokka le preguntó qué se suponía que debía hacer y Aang le dijo que limpiara el barro de los dedos del pie de Appa. Katara le enseñó a Aang algunas de sus habilidades de Agua Control, sólo para encontrar que Aang era más rápido y mejor en el aprendizaje de las técnicas que le tomaron mucho tiempo aprender, lo que la hizo sentirse celosa. Aang eventualmente causó que todos sus suministros se fuera río abajo mientras practicaba, y el grupo se vio obligado a dirigirse a un mercado del puerto para comprar nuevos suministros.

Archivo:Aang uses whistle.png

Aang prueba la potencia de su silbato.

Mientras caminaban por el puerto, Aang impulsivamente compró un silbato de bisonte, que no parecía funcionar, para disgusto de sus amigos. Se encontraron con un barco atracado con un pregonero que intentaba atraer a los transeúntes. La tripulación del barco estaba vendiendo objetos que adquirieron por "comercio de alto riesgo" y Sokka dedujo rápidamente que eran piratas. Katara vio un pergamino de entrenamiento con varias técnicas de Agua Control entre su botín, que estaba reservado para un cliente rico en el Reino Tierra. Sin embargo, el capitán de los piratas se los daría a ellos si tenían una mejor oferta, en concreto, de doscientas piezas de oro.

Salieron de la nave, sólo para ser perseguidos por la tripulación. El grupo escapó y encontró la razón por la que habían sido perseguidos: los piratas querían el pergamino que Katara había robado. Katara, Sokka y Aang acordaron conservar el pergamino y aprender de él una vez que lograron escapar gracias a que Aang usó su planeador para sacarlos de peligro. Una de las primeras técnicas que trataron fue el látigo de agua, una técnica sencilla que consistía en darle al agua una forma alargada y golpear con la misma el objetivo. Katara se puso aún más celosa de Aang que no sólo aprendió la técnica con facilidad, sino que ella tenía problemas para dominarla. Sus celos se apoderaron de ella, y le gritó Aang airadamente, pero rápidamente se disculpó y abandonó el derecho de usar el pergamino, entregándoselo a Aang. Por la noche, sin embargo, ella se robó el pergamino para estudiar la técnica de nuevo.

Zuko se unió a los piratas para cazar a Aang, y encontraron a Katara a altas horas de la noche practicando el látigo de agua. Zuko la capturó y ató a un árbol, tratando de interrogarla para obtener información sobre el Avatar, cosa que no logró. Cuando los piratas exigieron el pergamino; Zuko amenazó con destruirlo si no encontraban a Aang.

En esos momentos, Aang y Sokka fueron encontrados y capturados y los piratas los llevaron a la rivera del río. Aang y Sokka descubrieron a Katara atada a un árbol rodeada de Maestros Fuego. Cuando Zuko y los piratas estaban a punto hacer el intercambio del pergamino por el Avatar, Sokka convenció a los piratas de no intercambiar a Aang y les reveló que era el Avatar, a pesar de los intentos de Zuko de mantenerlo en secreto de los piratas. Los piratas decidieron que querían vender a Aang al Señor del Fuego por sí mismos, y la situación se intensificó rápidamente en una batalla.

Archivo:Aang vs Oh.png

Aang luchando contra Oh.

Durante la lucha, Aang, Katara y Sokka se escaparon y secuestraron el barco pirata. Katara y Aang utilizaron Agua Control para conseguir que el barco de los piratas volviera al agua y navegar lejos, pero los piratas, a excepción de su líder, robaron el barco más pequeño de Zuko y comenzaron a perseguirlos. Ellos lucharon contra los piratas y Katara aprendió a usar el látigo de agua en el proceso. Cuando se dieron cuenta que el barco se acercaba rápidamente a una cascada, Aang y Katara lograron utilizar Agua Control para detener el barco, pero los piratas se estrellaron contra ellos con el barco de Zuko, haciendo que ambos barcos cayeran, donde fueron salvados por Appa, que oyó el silbato de bisonte que Aang estaba usando y que funcionaba después de todo.

Más tarde, Katara le pidió una disculpa a Aang, mientras que Sokka reveló que él había sido capaz de recuperar el pergamino en el combate. Antes de que él se lo diera a su hermana, le preguntó lo que habían aprendido. Ella dijo que nunca debía robar, salvo a los piratas, cosa con la que Aang estuvo de acuerdo.

Los Libertadores

Mientras seguían a pie por un bosque debido a las insistencias de Sokka de que no debían volar para no ser encontrados, se toparon con un grupo de soldados de la Nación del Fuego que acampaban en el bosque. Antes que algún bando pudiera atacar, uno de los soldados cayó. El grupo logró avistar a unos guerreros en los árboles, que comenzaron a atacar a los soldados. Una vez derrotados los enemigos, el líder del grupo de jóvenes conocido como Libertadores se presentó como Jet, quien los llevó a su escondite en la que celebraron por la derrota de una facción del ejército de la Nación del Fuego. Aang había quedado fascinado con el lugar que tenían los libertadores, y se divertía recorriendo y jugando por los árboles.

A pesar de las preocupaciones y sospechas levantadas por Sokka sobre Jet, él y Katara decidieron creerle a Jet, dado que presentó la prueba de un cuchillo con veneno escondido. Al poco tiempo, el líder libertador les pidió ayuda a Aang y Katara para una misión, que consistía en sacar agua de debajo de la tierra.

Al día siguiente, Aang y Katara se disculparon con Jet por el comportamiento de Sokka, quien les dijo que Sokka se había disculpado con él la noche anterior, y que ahora estaba en una misión con otros Libertadores. Una vez que Aang y Katara completaron su trabajo aumentando el cauce del río, Katara sugirió que fueran a reunirse con Jet en el momento, en vez de esperar en la casa del árbol como él les había dicho.

Aang usa corriente de aire contra Jet

Aang usando una corriente de aire contra Jet.

Cuando se dieron cuenta del plan que Jet para destruir una aldea, Aang quiso advertir a sus ciudadanos volando en su planeador, pero Jet intervino, tomando el planeador con sus espadas gancho y llevándolo por las copas de los árboles. Aang lo siguió, y luchó contra el adolescente hasta que Katara lo congeló a un árbol, pero ya era tarde, el planeador de Aang se había dañado, y Jet dio la señal que inundó el pueblo. Aunque gracias a que Sokka logró liberarse de sus captores, los ciudadanos se salvaron de la inundación.

El Cañón de la Muerte

Katara y Sokka comenzaron a discutir sobre sus tareas en su campamento y Aang puso fin a la lucha al hacerlos intercambiar tareas. Aang declaró: "Las palabras duras no van a resolver los problemas, deben actuar." Cuando Momo y Appa pelearon por un pedazo de comida, Aang resolvió esa cuestión, y comenzó a regodearse acerca de su capacidad para resolver problemas como el Avatar. Al día siguiente, Aang y sus amigos se encontraron con el cañón más grande del mundo, el Cañón de la Muerte, y tenían previsto volar por encima del mismo sobre Appa.

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Aang proponiendo llevar a los necesitados de las tribus en Appa.

Justo antes de salir, un hombre corría hacia ellos y comenzó a gritar que mejor no planearan ir con el guía del Cañón, porque él estaba allí en primer lugar. Estaba guardando un lugar para el resto de su tribu, los Gan Jin, hasta que pudieran llegar. Mientras esperaban, otra tribu, los Zhang, llegó, una tribu que el hombre había sido reclamado un enemigo de su tribu durante cien años. La tribu Gan Jin llegó y se mostraron como formales y correctos, mientras que la tribu Zhang era sucia y brutal. El guía de cañón, un Maestro Tierra, llegó, y ambas tribus se pusieron a discutir sobre quién tenía que ir primero, los Zhangs reclamaron que ellos eran prioridad, porque tenían los enfermos, mientras que el Gan Jin dijo que ellos tenían prioridad porque tenían las personas de más edad. Aang llegó a un acuerdo y sugirió que Appa llevaría a los enfermos y ancianos, mientras que las dos tribus viajaron juntas a través del cañón.

El guía de cañón les advirtió que no llevaran ningún alimento en el cañón, ya que atraer a los depredadores peligrosos. Después de que demolió una saliente de roca para que los potenciales soldados de la Nación del fuego no pudieran seguirlos, una lombriz de cañón atacó. Aang y sus amigos se defendieron, pero los brazos del guía fueron afectados en el ataque, lo que significaba que no podría hacer Tierra Control y por lo tanto estaban atrapados en el cañón. Al caer la noche, ambas tribus se separaron para acampar, y se vio claramente que ambas tribus habían llevado comida al cañón porque creían que la otra tribu debía haber llevado comida, lo que justificaba sus acciones. Katara y Sokka escucharon un lado de la historia de las tribus enfrentadas. El Gan Jin le dijo a Katara que el antepasado de su tribu, Jin Wei, fue atacado mientras transportaba el orbe sagrado durante su ritual de redención y robado por un ladrón, Wei Jin, de los Zhangs. Los Zhangs le dijeron a Sokka que su antecesor, Wei Jin, vio desmayado en el suelo a Jin Wei, quien le pidió que devolviera el orbe sagrado a la tribu de Jin Wei cuando lo encarcelaron injustamente durante hace veinte años. Mientras ambas tribus acampaban junto al fuego, Aang se mantuvo lejos de ambas, y charló con el guía herido, con el que intercambió consejos.

Al día siguiente, llegaron al final del cañón, donde discutieron y se prepararon para luchar y poner fin a la disputa de una vez por todas. Aang se enojó y utilizó Aire Control para detener la pelea, pero en el proceso de reveló la comida de las dos tribus, lo que atrajo la atención de muchos lombrices de cañón. Al trabajar juntos y tirar bolsas sobre las cabezas de los las lombrices mientras estaban distraídos con la comida, todo el mundo fue capaz de montarlos mientras subían la pared y salir del cañón.

Aang resolviendo el conflicto

Aang contando la historia de las tribus.

Después, los dos líderes de la tribu estaban a punto de reanudar su lucha, pero al escuchar los nombres de los antepasados ​​de las dos tribus, Aang reveló que él los conocía, y que eran gemelos. Dijo que solo tenían ocho años, y estaban jugando un juego llamado "Redención". Jin Wei estaba corriendo con el balón cuando se cayó, Wei Jin lo tomó y comenzó a correr hacia el otro extremo del campo cuando salió del campo y fue castigado y dejado en tiempo fuera durante dos minutos.

Como se reunieron con Appa en el otro lado, Aang felizmente lo abrazó, y Appa le lamió la cara. El líder del Gan Jin le agradeció a Aang, sólo para ser rechazado por la saliva en la cara de Aang. Por último, las tribus y continuaron su viaje a Ba Sing Se juntos como una tribu, junto con el guía que estaba harto del cañón. Aang les reveló a sus amigos que él había inventado toda la historia, para su gran sorpresa.

La tormenta y el Espíritu Azul

Aang tuvo un extraño sueño sobre su pasado que le preocupaba con claridad, pero no le dijo a los otros. Comenzó felizmente con Aang, Katara y Sokka irrealmente volando por el cielo, pero de repente Aang estaba solo, atrapado en una tormenta y se hundió en el mar.

Más tarde, Aang, Katara y Sokka se detuvieron por un mercado, pero luego se dieron cuenta de que estaban sin alimentos y dinero. Se encontraron con un pescador, quien contrató a Sokka, pero cuando se enteró de que Aang era el Avatar, le gritó diciendo que le había dado la espalda al mundo. Aang se molestó y se fue volando a una cueva. Katara reprendió al pescador por sus duras palabras, y se fue tras Aang, mientras una tormenta horrible comenzaba a gestarse.

Archivo:Aang liberando su ira.png

Aang expresando su ira por la decisión de los monjes.

Aang empezó a contar la historia de su pasado a Katara, empezando por el día en que los monjes le dijeron que él era el Avatar. Agobiado con ejercicios de entrenamiento extra y condenado al ostracismo de sus amigos, Aang estaba confuso y asustado, así que cuando se enteró de que los monjes estaban planeando separarlo de su tutor, Gyatso, decidió huir. Aang estaba atrapado en una tormenta horrible, y cuando estaba a punto de ahogarse, el Espíritu Avatar en su interior formó una burbuja de aire, salvándose a sí mismo y a Appa, pero congelándolos dentro por los próximos cien años. Aang sufría terribles sentimientos de culpa por abandonar el mundo, pero Katara le convenció de que "estaba destinado a ser", y que daba esperanza a la gente.

A medida que la tormenta llegó a su punto crítico, convirtiéndose en un tifón, la esposa del viejo pescador llegó a la cueva, pidiendo la ayuda del Avatar. Explicó que su marido y Sokka deberían haber vuelto de su expedición de pesca y que en el momento debían estar atrapados en el mar. Aang y Katara salieron volando en Appa, y se encontraron con el barco pesquero que se hundía. Ellos fueron capaces de rescatar de forma segura a Sokka y el viejo y devolverlos a la cueva. Aang le dijo a Katara que estaba listo para seguir adelante, dejar atrás el pasado y mirar hacia un futuro más brillante.

En las ruinas de una ciudad abandonada del Reino Tierra, también a lo largo de la costa occidental, Sokka había caído enfermo debido a su exposición a la reciente tormenta. Estaba delirante, y también mostró síntomas similares a la gripe. Aang se enteró de una herbalista que vivía en lo alto de una montaña cercana, e hizo planes para viajar allí para encontrar una cura. La situación se agravó cuando Katara rápidamente se enfermó, dejando a Aang para viajar solo con la herbalista. Aang corrió a través de la ladera de la montaña, con sus capacidades de Aire Control para acelerar el paso. Pronto llegó a la casa de la herbalista, no sin antes pasar un par desapercibido de vigías de la Nación del Fuego, que dieron alarma después que la estación fuera destrozada por los vientos generados por Aang. Después de una reunión frustrante con la herbalista, Aang supo que sus amigos tenían que chupar los cuerpos congelados de ranas de madera, que se podían encontrar en el fondo de los pantanos del lugar.

Archivo:Aang atrapado por los arqueros.png

Aang siendo capturado por los Arqueros Yuyan.

Sin embargo, antes que pudiera terminar de recoger las ranas para sus amigos, se encontró con los arqueros Yuyan, quien no perdieron tiempo en fijar las botas de Aang al suelo con flechas. Aang uso Aire Control para defenderse de los tiros siguientes, liberado sus piernas, y saltó de la montaña en el bosque espeso a continuación. Aang corrió fuera de peligro, e inesperadamente terminó en un turbio río, parcialmente congelado. Él encontró las ranas congeladas que había estado buscando, e incluso evitó las flechas de los arqueros Yuyans, y logró poner varios de los anfibios en su ropa. Sin embargo, varias flechas atraparon la manga de su brazo izquierdo y derecho a un árbol volcado antes de que le lanzaran una red sobre él.

Aang fue llevado a una fortaleza, y lo colocaron en una celda custodiada en el exterior por cuatro guardias, mientras que sus brazos y piernas estaban encadenadas y mantenidas en su lugar. El Almirante Zhao entró en la celda y comenzó a burlarse de Aang al traer a colación el hecho de que todos los demás Maestros Aire fueron sacrificados. Sin embargo, Zhao dijo que no habría matado a Aang, como tal, esa acción simplemente daría como resultado que el Avatar se reencarnara, dejando a la Nación del Fuego para encontrarlo a él o ella de nuevo. En su lugar, Zhao prometió mantener Aang vivo, aunque "apenas". Mientras Zhao se iba, Aang utilizó furiosamente su poderoso aliento para estampar a Zhao contra la pared. Sin embargo, antes de salir, Zhao decidió tener la última palabra, y dijo que no había manera posible que Aang escapara, y nadie vendría a rescatarlo. Las ranas, todavía en la ropa de Aang, comenzaron a descongelarse y arrastrarse, a pesar de las protestas del jóvenes Maestro Aire. Cuando varias ranas, aún parcialmente congeladas, se arrastraron debajo de la puerta, el misterioso Espíritu Azul, apareció, y hábilmente derrotó a los guardias en su camino. El Espíritu Azul cortó las cadenas de Aang, liberándolo, y comenzó a salir de la habitación. Aang cuestionó la identidad y las intenciones del Espíritu Azul, pero él no respondió, y el Espíritu Azul le hizo un gesto a Aang para que lo siguiera. Aang concluyó que esta nueva figura tenía la intención de ayudarlo a escapar.

Aang y el Espiritu Azul

Aang y Zuko escapando de los guardias.

Durante un intento difícil y violento de escapar, que incluyó un enfrentamiento, mientras se alejaban de la fortaleza, un Aquero Yuyan derribó al Espíritu Azul con una sola flecha en la frente. El Espíritu Azul cayó al instante, inconsciente. Aang inmediatamente hizo Aire Control para crear una gran nube de polvo y se escondió. Le quitó la máscara del Espíritu Azul solo para enterarse de que su salvador era Zuko. Luego se volvió a correr y dejar atrás al príncipe, pero vaciló. Cuando el polvo se asentó, Aang y Zuko habían desaparecido sin dejar rastro.

Más tarde, Zuko recuperó la conciencia para descubrir que la mañana había llegado, y él estaba con Aang en una zona boscosa. Aang habló con nostalgia de Kuzon, un niño de la Nación del Fuego que conocía como uno de sus mejores amigos de un siglo antes. Él se echó a reír ante la idea de la cantidad de problemas que se metían con con su amigo. Después de reflexionar, le preguntó a Zuko si, en circunstancias diferentes, ellos también podrían haber sido amigos. Zuko hizo una pausa y respondió lanzando una ráfaga de fuego, que Aang fácilmente evitó antes de saltar a través de los árboles. Aang volvió al río pantanoso para recuperar un nuevo conjunto de ranas congeladas. Finalmente volvió con Katara y Sokka, colocando una rana congelada en cada una de sus bocas y repetir con ellos lo que la herbalista le había dicho. Un Sokka delirante le preguntó a Aang si había hecho nuevos amigos, a la que por desgracio no respondió, mientras descansaba.

Viajes por el Reino Tierra

Mientras el grupo acampaba junto a un lago, Aang tejió un collar para Katara con la línea de pesca de Sokka para reemplazar el que había perdido en la prisión. Al ver a la chica de la Tribu Agua ponerse el collar, la vio en una luz completamente nueva, desarrollando un fuerte enamorado por ella. Unos ruidos fuertes, luego llamaron la atención del grupo a un lugar en la zona boscosa, donde un anciano estaba siendo atacado por un oso ornitorrinco. A pesar de las circunstancias extremas, sin embargo, el hombre se mantuvo extrañamente en calma. Después que Appa lograra asustar al animal, el hombre les dijo que venía de un pueblo cercano, donde una adivina, tía Wu, vivía. El grupo decidió viajar a la aldea para que les dijera su fortuna, para gran consternación de Sokka.

Archivo:Aang inhales.png

Aang usando Aire Control para detener el avance del volcán.

Una vez allí, Aang intentó varias veces llamar la atención de Katara. Al pedir la opinión de Sokka sobre la manera de acercarse a ella, él le dijo a Aang que actuara relajado, como si no le importaba. Este comportamiento, sin embargo, no tuvo éxito en impresionar a Katara, para gran decepción de Aang. En lugar de ello optó por conseguir una rara flor de lirio panda para ella en el borde del volcán Makapu, lo cual condujo a su descubrimiento de que el volcán estaba punto de estallar y destruir la aldea. Después que los planes estuvieran dispuestos para cavar una zanja para hacer que la lava se acercara al río y unas impresionantes demostraciones de poder Aire Control, Aang logró sofocar con éxito la furia del volcán y salvar la aldea.

Mientras acampaban una noche al lado de un velero encallado de la Tribu Agua del Sur, el equipo descubrió ese mismo día, un compañero miembro de la Tribu Agua y viejo amigo de Katara y Sokka, Bato, apareció. Bato llevó al equipo a su cuarto en una abadía cercana y él, Katara y Sokka comenzaron a recordar las historias del pasado, mientras que sin querer aislaban a Aang en el proceso. Cuando Bato informó a los dos hermanos de la Tribu Agua que estaba esperando un mensaje de su padre acerca de su paradero y podrían tener la oportunidad de reunirse con él, Aang se hartó y se fue de la habitación. Mientras meditaba al lado del barco, se le acercó un mensajero del Reino Tierra que le entregó el mensaje que Bato había estado esperando. En lugar de llevárselo a Bato, Aang lo arrugó y lo guardó.

Al día siguiente, Aang y sus amigos realizaron el ritual de mayoría de edad de esquivar el hielo. Después de navegar con éxito una nave a través de aguas rocosas, cada uno de ellos fue galardonado con una marca de honor. A Aang se le otorgó la marca de la confianza, que finalmente lo empujó para alcarar y revelar que tenía el mapa del padre de Sokka y Katara. Unos enojados y dolidos Sokka y Katara lo abandonaron para ir a buscar a su padre, dejando al Avatar decepcionado y por su cuenta.

Al final, sin embargo, los dos se dieron cuenta de que Aang era su familia y que necesitaban de él en su viaje hacia el norte y viceversa, pero antes que pudieran encontrarse, Zuko apareció y los capturó. Mientras Aang meditaba, una de las monjas de la abadía le informó de la situación de sus amigos, y fue en su rescate. Después de una batalla contra Zuko, en la que quedó paralizado debido al veneno de un shirshu que estaba usando para rastrear a Katara con su collar, los tres amigos se fueron volando en Appa. En un punto, Aang le devolvió el collar a Katara, que había recuperado durante la batalla, y ella le dio un beso en la mejilla, haciendo que se sonrojara y jugara con los pulgares.

Quemaduras

Mientras se aventuraban a través del noroeste del Reino Tierra, Aang y sus amigos decidieron ir a un festival cultural en una ciudad ocupada por la Nación del Fuego para que Aang pudiera presenciar algunas demostraciones de Fuego Control, garantizando su seguridad contra los ataques usando disfraces, aunque adquirieron máscaras poco después de su llegada. Después que un Maestro Fuego le pidiera su ayuda a Katara para una demostración, y que Aang la viera amenazada, se descubrió que Aang era el Avatar después de que él se vio obligado a "salvarla" de un dragón de fuego usando su Aire Control, y los tres amigos rápidamente trataron de escapar de los soldados de la Nación del Fuego. Afortunadamente, su huida se vio favorecida en gran medida por un hombre llamado Chey. Él les habló de un Maestro Fuego llamado Jeong Jeong, quien desertó de la Nación del Fuego. Chey los llevó con él y después de que el espíritu del Avatar Roku se apareciera ante Jeong Jeong y le persuadiera para ser mentor de Aang, él accedió a regañadientes a enseñarle a Aang Fuego Control.

Archivo:Aang haciendo fuego control por primera vez.png

Aang jugando con fuego.

Jeong Jeong comenzó a enseñarle a Aang lentamente, centrándose exclusivamente en los ejercicios de respiración, pero el joven Avatar deseaba aprender técnicas de Fuego Control más avanzadas. Jeong Jeong se enojó mucho con la falta de disciplina de Aang, diciéndole a Aang con vehemencia que, sin control, el Fuego Control solo traería nada destrucción innecesaria, utilizando un antiguo alumno suyo que era semejante en impaciencia y falta de disciplina como un ejemplo. Aang se disculpó rápidamente, y dijo que estaba listo para aprender de la manera de Jeong Jeong. Jeong Jeong procedió a enseñar a Aang utilizar fuego real, para gran entusiasmo de Aang. Sin embargo, su entusiasmo se desinfló rápidamente cuando Jeong Jeong sólo le asignó la tarea simple de prevenir que una hoja fuera completamente quemada. Jeong Jeong luego se fue para atender otros asuntos, y Aang, sintiéndose todavía restringido, llevó su ejercicio al siguiente paso y creó fuego. Aang jugó un rato con él durante un tiempo, aunque Katara insistió en que tuviera cuidado. Luego de querer imitar las acciones del artista, quemó accidentalmente las manos de Katara. Katara se escapó llorando, y Sokka se enfureció, y como resultado, lo derribó. Jeong Jeong, después de haber regresado, siguió a Katara en el bosque. Sin embargo, durante este tiempo, el almirante Zhao, quien resultaba ser el ex estudiante de Jeong Jeong, y sus hombres, encontraron el campo, y a su vez lucharon contra Jeong Jeong.

Aang, escondiéndose en la choza de Jeong Jeong para reflexionar sobre su error, fue instado por Katara para ayudar a Jeong Jeong. Aunque Aang se sentía terriblemente culpable, y prometió nunca hacer Fuego Control de nuevo, pero la revelación de Katara sobre sus poderes de curación le devolvió su espíritu de batalla. Con una pantalla de fuego, Jeong Jeong y sus hombres se escaparon, mientras que Aang enfrentaba a Zhao. Recordando la lección del control de Jeong Jeong, Aang provocó que el Maestro del Fuego Control ocasionara la destrucción de sus propias naves. Zhao sólo pudo ver como sus naves quemadas se hundían en el río mientras Aang escapaba. En este acto, Aang demostró que algunos Maestros Fuego tenían muy poco autocontrol. Con Jeong Jeong ido, los tres reanudaron su viaje y se fueron del bosque, con una lección duramente aprendida del poder destructivo del fuego en sus mentes.

El Templo Aire del Norte

Después de escuchar rumores acerca de gente voladora de un narrador, los niños viajaron al Templo Aire del Norte para ver por sí mismos si los rumores eran ciertos. Al llegar, se encontraron con que no había Maestros Aire, sino una colonia del Reino Tierra dirigida por un inventor loco y su hijo parapléjico. Hizo planeadores basado en los que encontró en el templo, y los miembros de la colonia los usaban para "volar", lo que había iniciado el rumor de la "gente voladora". El inventor había contaminado los antiguos puntos de referencia con "mejoras tecnológicas", similar en estilo a la Revolución Industrial. Aang se desanimó al principio por los numerosos cambios en el templo, a pesar de que desarrolló un grado de respeto por el hijo del mecanicista, Teo. Sokka comenzó a trabajar con el mecanicista y tuvo la idea de como detectar fugas de gas natural usando huevos podridos.

Archivo:Aang enojado con el Mecanicista.png

Aang furioso por lo que el Mecanicista le hizo al templo.

Este estado de relativa felicidad no iba a durar. Aang pronto descubrió que el mecanicista estaba suministrando a la Nación del Fuego con armas dentro del santuario del templo, donde se suponía que debían estar las estatuas del Avatar, a cambio de la seguridad de su pueblo recién instalado. Él descubrió una habitación llena de monstruosas armas de guerra, como los vagones de guerra autopropulsados y globos de ataque, todos destinados a ser utilizados por el enemigo. Más tarde, Aang exigió saber cuando la Nación del Fuego vendría por sus armas, y el mecanicista declaró que pronto. Después de eso, el Ministro de Guerra Qin apareció, exigiendo sus armas. Aang cerró la puerta y atrapó al ministro, le dijo que el acuerdo estaba cancelado y le dio una bofetada en la cara con un movimiento de Aire Control. Qin dijo: "La destrucción de este templo será tu responsabilidad".

Sin embargo, Aang se dio cuenta de que tenían algo que la Nación del Fuego no tenía: el poder del aire. Sokka y el mecanicista solucionaron un problema sobre el aire caliente de un globo de guerra y cómo defenderse de la Nación del Fuego con sus planeadores. Sokka dijo que había cuatro tipos diferentes de bombas, humo, lodo, fétidas y explosivas. Los planeadores lucharon con valor, pero los tanques de la Nación del Fuego resultaron ser demasiado para los habitantes del templo. Cada vez que Aang daba vuelta los tanque, las cabinas también se volcaban. Teo declaró que los tanques tenían un sistema de equilibrio de agua y Katara usó este conocimiento y su Agua Control para luchar contra ellos, pero había demasiados.

Appa llegó y sacó a Aang y Katara fuera del campo de batalla. Ya sin explosivos, la gente perdió la esperanza, pero el globo de guerra apareció y la Nación del Fuego no lo atacó porque vieron el emblema de la Nación del Fuego en él. Sokka dejó caer varias bombas de lodo, pero eso no impidió el avance del ejército. En última instancia, Sokka, en una maniobra desesperada, lanzó el motor del globo en una grieta con gas explosivo que emanaba de la misma. La explosión resultante aplastó a los invasores y resultó en la victoria para el Equipo Avatar y la colonia del Reino Tierra. Mientras el globo caía en picada, Aang fue al rescate de Sokka y el mecanicista en su planeador, quienes lograron aferrarse a él y fueron salvados. Después, Aang expresó su aprobación de los aldeanos de haber establecido allí.

El Maestro del Agua Control

A medida que avanzaban hacia el norte, Sokka comenzó a quejarse de que Appa estaba volando muy lentamente. Aang respondió defensivamente que todos podrían subirse al lomo se Sokka y llevarlos por el mundo, y Katara trató de calmar la situación, comentando que todos estaban cansados y de mal humor, como resultado de volar durante dos días seguidos. Mientras Sokka estaba expresando sus dudas sobre la búsqueda de la Tribu Agua del Norte, el grupo fue atacado por los Maestros Agua del norte que les llevaron a su tribu.

En el gran palacio de la Tribu Agua del Norte, Sokka y Katara fueron recibidos como familia de la tribu del sur, y Aang fue honrado como invitado especial. Aang y Katara entonces estaban encantados de ver al Maestro del Agua Control, Pakku, y sus estudiantes realizar elaboradas y elegantes movimientos de Agua Control para el entretenimiento. Después que la demostración, Aang se presentó ante el Maestro Pakku. Aang estaba esperando que Katara y él mismo pudieran aprender Agua Control, después de unos días de descanso, y el Maestro Pakku se impresionó con su ética de trabajo, contando que Aang no recibiría un trato especial sólo porque estaba destinado a salvar el mundo. Le dijo que si estaba interesado en aprender Agua Control entonces debería estar listo al amanecer.

Al día siguiente, cuando se acercaron al palacio, Katara expresó su alegría por poder aprender de un verdadero maestro, diciendo que había esperado este día durante toda su vida. Sin embargo, ella se horrorizó al saber que el Maestro Pakku no le enseñaría a ella ya que estaba prohibido que las mujeres aprendieran Agua Control para luchar. Él le aconsejó ir a las cabañas de curación y aprender de Yugoda a como usar su Agua Control para sanar. Aunque Aang se negó inicialmente a aprender del Maestro Pakku, indignado por la injusticia, Katara le hizo regresar diciendo que no podía correr el riesgo de perder su entrenamiento por ella. Así Aang comenzó a aprender a regañadientes del Maestro Pakku.

Aang le enseña a Katara

Aang enseñándole a Katara de noche.

Sokka sugirió que en la noche Aang le enseñara a Katara todo lo que había aprendido ese día. Katara estaba emocionada con esta idea, ya que le permitiría aprender Agua Control y Aang tendría alguien con quien practicar, y todo el mundo sería feliz. Sokka comentó que él no era feliz, pero Katara rechazó esto diciendo que él nunca era feliz, y ella y Aang corrieron afuera para comenzar a practicar. Cuando un movimiento que Aang le estaba mostrando a Katara salió demasiado impresionante, miraron hacia arriba al puente por encima de ellos para ver al Maestro Pakku, que estaba enojado porque Aang le había faltado el respeto a él, asus enseñanzas, y a toda su cultura. Aang rápidamente se disculpó, pero el Maestro Pakku se negó a enseñarle a Aang , diciendo que ya no era bienvenido como su pupilo.

Al día siguiente en el palacio, Katara fue a insistirle al Jefe Arnook que el Maestro Pakku tomara a Aang de vuelta como su alumno. El Maestro Pakku acordó que continuaría con la formación de Aang con la condición de que Katara se tragara su orgullo y pidiera disculpas. Katara, enojada por su pomposidad y la actitud condescendiente, lo desafió a una pelea en vez de disculparse, señalando enfáticamente mientras lo hacía y sin querer hizo enormes grietas en el suelo de hielo y rompió unas vasijas con su Agua Control.

Luego de una batalla en la que Katara luchó con gran habilidad a pesar de sus técnicas básicas, ella fue derrotada por el maestro, y mientras se retiraba, Pakku notó el collar que se le había caído a Katara durante la lucha.

El Maestro Pakku le dijo a Katara que su abuela dejó el matrimonio arreglado para comenzar su vida en el Polo Sur. Katara entendió que ella se había negado a que las costumbres de su tribu gobernaran su vida. Al final, aunque el maestro de Agua Control no había cambiado sus más duros métodos de enseñanza, había tomado tanto a Katara y Aang como estudiantes.

Asedio del Norte

Zhao comenzó a lanzar su ataque en contra de la Tribu Agua del Norte. Bajo la tutela del Maestro Pakku, las habilidades de Agua Control de Katara mejoraron hasta el grado que podía derrotar a todos sus alumnos con facilidad. Para ambos Pakku y Katara, lo mismo no podía decirse de Aang, quien jugaba distraídamente con Momo durante el entrenamiento. Mientras tanto, Sokka llevó a la Princesa Yue para un paseo en Appa, en el cual vieron el hollín proveniente de un ataque masivo que Sokka reconoció de cuando fue atacado a su tribu.

Dentro de las paredes de la prestigiosa ciudad, Aang sintió un deber de prevenir la misma suerte que corrieron los Nómadas Aire y la Tribu Agua del Sur. Él habló con el Jefe Arnook, a quien le prometió que estaría ahí para ayudar a la tribu. Cuando los barcos empezaron a acercarse, Aang fue con su planeador hasta uno de los barcos, y destruyó varias catapultas de uno de los barcos, y cuando las cosas se complicaron, Appa llegó en su rescate. Sin embargo, y a pesar de haber destruido más de una docena de naves, se encontró con una vasta flota, tal que no tenía ninguna posibilidad y se retiró agotado.

Zuko secuestrando a Aang

Zuko cargando el cuerpo de Aang por la tundra.

La Princesa Yue, después de relatar los orígenes de la Tribu Agua y su poder, le dio a Aang una idea. Si pudiera aprovechar el Mundo de los Espíritus y se reuniera con los espíritus de la Luna y el Océano, tal vez podrían ayudarle a derrotar a la Nación del Fuego. Yue llevó a Katara y Aang a un oasis oculto que era el lugar más espiritual en el Polo Norte. Aang entró en un trance después de mirar fijamente a los dos peces koi en un estanque y se dirigió hacia el Mundo de los Espíritus. Katara se quedó para proteger a Aang, y cuando llegó Zuko, Katara se batió a duelo con él. Con el mayor poder de la luna, ella fue capaz de derrotar temporalmente Zuko. Sin embargo, salió el sol y aumenta el poder de Zuko, lo que le permitió derrotar a Katara. Zuko luego secuestró al Avatar, mientras que Katara yacía inconsciente hasta que Yue trajo Sokka y Appa de nuevo al Oasis de los Espíritus.

La invasión de Zhao rompió la pared exterior de las defensas de la Tribu Agua del Norte, y reveló un plan siniestro. Zhao quería matar a la manifestación mortal del Espíritu de la Luna con el fin de destruir a la luna, lo que debilitaría considerablemente a la Tribu Agua.

Mientras tanto, Aang estaba en el Mundo de los Espíritus en busca de ayuda, quien fue aconsejado por el Avatar Roku, quien le dijo que el único espíritu tan viejo para para recordar lo que Aang buscaba era Koh. Pero también le aconsejó que fuera extremadamente cuidadoso cuando lo hiciera, pues demostrar emoción solo lograría que el espíritu le robara su rostro. Aang visitó a Koh, y después de descubrir que una de sus vidas pasadas trató de matar a Koh, Aang le interrogó y se dio cuenta que los koi blanco y negro que vio nadando en el oasis eran los espíritus de la Luna y el Océano, Tui y La, respectivamente. Regresó al mundo físico con la ayuda de un amigo, Hei Bai, y escapó de Zuko gracias a la llegada oportuna de Katara, Sokka y la Princesa Yue en Appa. Zuko y Katara tuvieron una revancha, pero debido que la luna estaba en punto máximo esta vez, Katara lo derrotó fácilmente en cuestión de segundos. Aang llevó al inconsciente Zuko consigo, a pesar de algunos desacuerdos de Sokka y Katara.

Koizilla destruye la Marina

Aang fusionado con La destruyendo la flota de la Nación del Fuego.

Cuando Aang volvió al oasis, Zhao ya había capturado el pez koi blanco. Inmediatamente, la luna se volvió roja, creando un eclipse lunar y el color filtrado del mundo. Iroh amenazó a Zhao para que no dañara el Espíritu de la Luna, y Zhao parecía escuchar, devolviendo al koi al estanque. Sin embargo, Zhao de repente lanzó fuego al koi, matándolo. La luna desapareció por completo del cielo. Iroh tomó represalias como le había prometido, pero Zhao se escabulló. Iroh y Katara trataron de revivir el Espíritu de la Luna, pero ya era demasiado tarde. Al escuchar esto, Aang dijo que no era tarde aún, y se fusionó con el Espíritu del Océano en una criatura espíritu gigante que masacró la fuerza de invasión de la Nación del Fuego. En un momento se muestra como la criatura observa a la flota en retirada, y al siguiente se ve que la flota ha desaparecido por completo, lo que sugiere que el Avatar acabó sin piedad con toda la flota, hasta el último hombre. Mientras Aang estaba destruyendo la Marina de Fuego, la Princesa Yue reveló a los demás su enfermedad cuando ella nació y que había sido salvada por el Espíritu de la Luna. Ella dio su vida para que el Espíritu de la Luna pudiera vivir. Yue se convirtió en el Espíritu de la Luna y una vez que Aang se dio cuenta que la luna había vuelto, dejó el Estado Avatar, y el Espíritu del Océano lo dejó en el muro exterior de la tribu

Después de la batalla, Pakku le reveló a Katara su intención de dirigirse hacia el Polo Sur y ayudar a reconstruir la tribu, y asignó a Katara como nueva instructora de Agua Control de Aang, a lo que Aang felizmente aceptó.

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