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Esta página contiene todas las relaciones de Aang con otros personajes de la serie. Aang conoció a muchas personas en todo el mundo durante sus viajes, gracias a amabilidad y compañerismo.

Familiares[]

Hijos[]

Aang fue padre de tres hijos con Katara. Su primer hijo, Bumi, era un no Maestro (posteriormente obtiene habilidades de Maestro Aire luego de la convergencia armónica), su hija mayor, Kya, era su única hija mujer y la única Maestra Agua entre sus hijos. Su hijo menor, Tenzin, fue el único hijo de la familia que heredó las habilidades de Aire Control de Aang. Como el único Maestro Aire viviente, Aang le enseñó a Tenzin el arte del Aire Control hasta el punto donde llegó a dominar la habilidad y ganó sus flechas.

En su vida posterior, Aang construyó el Templo Aire de la Isla en la que Tenzin y su familia residen.

Tenzin tiene un gran respeto por su padre, en su camino de regreso al Templo del Aire de la Isla, inclinó la cabeza respetuosamente al ver la gran estatua de Aang con vistas a Ciudad República, y también todavía parecía extrañar a su padre en gran medida.

Hakoda[]

Hakoda y Aang se conocieron oficialmente cuando un Aang gravemente herido despertó en una nave capturada después de semanas de inconsciencia. Aang se complació al conocer oficialmente al Jefe de la Tribu Agua del Sur y Hakoda tuvo el honor de conocer a Aang. Entre los padres de los cinco compañeros de Aang, Hakoda fue el único que alguna vez fue su aliado, ya que su esposa había muerto, los padres de Toph no aprobaban que hubiese escapado con Aang, el padre de Zuko era el archienemigo de Aang, su madre había desaparecido, y el equipo no conocía a los padres de Suki.

Hakoda y Aang no tuvieron trato directo después de conocerse, pero cuando una desgraciada Katara lo confrontó sobre la manera en que Aang había salido corriendo, Hakoda defendió a Aang diciendo que salir corriendo pudo haber sido la forma de ser valiente de Aang. Katara le dijo que no estaba siendo valiente, sino egoísta y estúpido porque sus amigos le podrían estar ayudando. Reconoció que el mundo necesitaba a Aang, pero insistió en que sus amigos lo necesitan también. Hakoda con razón se dio cuenta de que Katara estaba hablando de él también.

Hakoda y Aang lucharon juntos en la Invasión a la Nación del Fuego, y ambos sobrevivieron a la Guerra de los Cien Años. Tras el final de la Guerra de los Cien Años, Aang se convirtió en una parte de la familia de Hakoda como el yerno del jefe al contraer matrimonio con Katara.

Sokka[]

Aang y Sokka
Información general
Integrantes

Aang y Sokka

Estado

Fuerte amistad, cuñados

Naciones

Nómadas Aire, Tribu Agua

Información cronológica
Inicio

100 DG

Cuando Aang y Sokka se conocieron, el guerrero de la Tribu Agua asumió inmediatamente el chico extraño del iceberg era un espía de la Nación del Fuego. A pesar de que esta sospecha inicial fue desmentida rápidamente, el descuido ocasional del joven Avatar a menudo enfureció Sokka. Cuando Aang intentó hacer Fuego Control, ocasionado que las manos de Katara se quemaran, Sokka empujó a Aang en al piso gritando con enojo: "¡Tú quemaste mi hermana!" Por su parte, Aang a menudo hacía bromas sobre el comportamiento serio de Sokka. Junto con Katara, él criticó la ciencia escéptica de Sokka por sobre la magia con un poco de diversión desconcertante, aunque poco a poco se vio sorprendido con las habilidades de ingeniería de Sokka. Aang le a dijo Sokka que él era por lo general el que ideaba los planes para ayudarlos, demostrando abiertamente que dependían de la ayuda y la inteligencia de Sokka. Aang también no expresó ninguna molestia ni desprecio hacia Sokka por su falta de poderes. A través de sus viajes por el mundo, los dos muchachos formaron un vínculo muy sólido. Aang y Sokka a menudo metían la pata con los demás, lo que enfurecía a Katara. La naturaleza infantil de sus personalidades por lo general dio lugar a que compartieran una broma o reaccionaran de manera muy similar a los juegos y actividades, como por ejemplo los dos riéndose ante la mención de palabras graciosas y burlándose de Katara imitando la "magia espiritual". Él también parecía desear el permiso de Sokka para tener una relación con su hermana, Katara, aunque en ese momento Sokka no sabía que Aang estaba hablando de Katara. Su relación se hizo más profunda después de la caída de Ba Sing Se, cuando Sokka buscó el consejo y el consuelo de Aang después de un momento de torpeza frente a la fuerza de invasión.

Aang y Sokka cooperaban mucho en el campo de batalla, ya que Aang eligió a Sokka para ayudarlo en su intento fallido de matar el Señor del Fuego Ozai. Fue antes de esa batalla que Aang animó a Sokka a raíz de su discurso de batalla fallido, y Sokka confesó que, aunque no le había gustado Aang en un principio, se había llegado a amarlo platónicamente con el tiempo. Cuando Zuko pidió unirse al grupo, Sokka se negó, defendiendo la seguridad de su amigo. Finalmente, sin embargo, cuando Aang hizo elegir a sus amigos sobre aceptarlo después de que éste les salvó la vida, Sokka dio su consentimiento, confiando en el juicio de Aang en el tema. Sokka también ayudó a Aang significativamente durante la última confrontación de su amigo con el Señor del Fuego Ozai en Bosque Wulong, donde junto a Suki y Toph, derribó la flota de dirigibles de la Nación del Fuego, deteniendo la continua destrucción del Reino Tierra de los otros Maestros Fuego mientras que Aang derrotaba a Ozai.

Los dos más tarde se convirtieron en cuñados, como resultado de la unión de Aang y Katara.

Interés amoroso[]

Katara[]

Beso final de Aang y Katara

Aang y Katara.

Lo primero que Aang vio al despertar de su sueño de cien años fue la cara de la joven de catorce años de edad y Maestra Agua, Katara, que fue quien liberó a Aang del iceberg, junto a su hermano de quince años, Sokka. Aang inmediatamente formó un estrecho vínculo con ella, que se fortaleció por el hecho de que Katara estaba dispuesta a elegir a Aang por encima de su propia familia y tribu. A lo largo de su tiempo en el Polo Sur, hubo varias sugerencias más o menos sutiles de una atracción inicial. Posteriormente, muchas de las acciones y payasadas de Aang fueron motivadas por su necesidad de impresionar a Katara y ganar su atención, por ejemplo, cuando visitaron la Isla Kyoshi, fue idolatrado por los niños de allí, pero sobre todo ignorado por Katara, para su decepción.

Su afecto creciente se hizo más evidente cuando hizo un collar para reemplazar el que Katara había perdido. Poco después, él escuchaba a escondidas en una conversación de Katara con la Tía Wu en la la adivina le informaba que se casaría con un poderoso Maestro, y alegremente celebró después de escuchar esto. Cuando fue el turno del muchacho de que le leyeran la fortuna, Aang le preguntó específicamente a la Tía Wu si había visto algo en el futuro con respecto a una chica. Comenzó a actuar "distante" según el consejo de Sokka, quien confundió a Meng como su objetivo, pero esto sólo consiguió confundir a Katara y, por último, después de ver a una mujer reaccionar de manera positiva cuando le daban un raro lirio panda, Aang subió a la cima del monte Makapu para llevarle a Katara una flor. Esto dio lugar a que descubriera que el volcán estaba a punto de entrar en erupción después de todo, en contra de la predicción anterior de la tía Wu. Antes de salir del pueblo, Aang le preguntó a la Tía Wu si ella había mentido sobre su vida amorosa durante su adivinación. La tía Wu respondió diciendo: "Te voy a contar un secreto, joven Maestro Aire: Así como tú le diste forma a esas nubes, tienes el poder de darle forma a tu propio destino".

Cuando Aang, Katara y Appa se perdieron en el laberinto en que la única solución para atravesar con éxito los túneles era confiar en el amor, Katara, quien estaba avergonzada y poco después rechazó la idea tan loca, sugirió que al besarse, podrían encontrar su salida. Los intentos de Aang mostrar su acuerdo con la idea fracasaron y solo lograron enojar a Katara:

"Bueno, ¿Qué tal si nos besamos?"
"¿Nosotros? ¿Besarnos?"
"¿Lo ves? Dije que era una locura."
"Nosotros... besarnos."
"¡Besarnos! ¿En qué estaba pensando?! ¿Puedes imaginarlo?"
"Si ejejeje... ¡Definitivamente no quería besarte!"
"Oh, bueno, tampoco pensé que fuera una opción tan horrible. ¡Siento haberlo sugerido!"
"No, no, no. Es decir, si tuviera que elegir entre besarte y morir-"
"¡Ugh!"
"¿Qué? Digo que preferiría besarte que morir, ¡Es un cumplido!"
"¡Bueno, no estoy segura de lo que yo preferiría!"
"¿Qué es lo que pasa conmigo?"
Aang a Katara.

Con el tiempo, la desesperación, y posiblemente el afecto mutuo, llevó a los dos a probar la idea.

Aang descubrió más tarde que su amor por Katara era el renacimiento de su amor por los difuntos Nómadas cuando fue al Templo Aire del Este. Este amor por ella puso a Aang en una situación imprevista, ya que para aprender a controlar el Estado Avatar, debía dejar ir sus sentimientos por Katara. El Gurú Pathik le dijo a Aang que el control del Estado Avatar implicaba la liberación de diversas emociones en los siete chakras repartidos por todo el cuerpo, incluyendo la conexión a tierra. Para abrir el séptimo chakra, Aang debía dejar de lado su apego terrenal a Katara. Él no quería hacer esto, y, finalmente, abandonó el proceso por completo cuando tuvo una visión de Katara en peligro, a pesar de la advertencia del Gurú Pathik que su chakra interior sería bloqueado y que no sería capaz de entrar en el Estado Avatar en absoluto.

Aang recibió un beso en la mejilla de ella en tres ocasiones conocidas, sonrojándose cada vez. Del mismo modo, los cambios en el vestuario de Katara solían tener una influencia muy positiva sobre él. Mientras pasaba algún tiempo en la cárcel, Aang recibió algunos consejos acerca de su de los demás reclusos. Durante una fiesta secreta, bailó con ella de manera bastante impresionante, ganando la atención de toda la concurrencia. Más tarde, cuando Aang vio que su encarnación anterior también tuvo problemas con las chicas, el Avatar Roku comentó que "el amor es difícil cuando eres joven" y para consolarlo explicó: "No te preocupes, se pone mejor." Al tratar de restaurar la memoria de Jet, Sokka sugirió que Katara basara a Jet para recuperar su memoria, Aang murmuró en voz baja que la idea era "mala".

Frente a la separación de Katara, Aang intentó hablarle de sus sentimientos, sólo para ser interrumpido por Sokka en el último minuto.

Mientras estaba en las Catacumbas de Cristal, Aang y Katara se enfrentaron contra Azula, Zuko y los Dai Li. Creyendo que entrar en el Estado Avatar era su única esperanza, Aang se aisló y meditadó, con la esperanza de dejar de lado su apego a Katara y desbloquear el séptimo chakra. Aunque Aang comenzó a liberar el chakra y entró al Estado Avatar, el "Espíritu Celestial del Avatar Aang", no pudo completar el proceso debido a recibir un disparo de rayo de Azula. Por lo tanto, Aang lno pudo abrir el séptimo chakra y dominar el Estado Avatar, dejando a su apego a Katara intacto.

Más tarde, él tuvo éxito en decirle sus sentimientos y furtivamente le dio un beso o dos como parte de un sueño, antes de darse cuenta de que todo el escenario no era más que un producto de su imaginación. En última instancia, sin embargo, con la próxima batalla con el Señor del Fuego Ozai, y la posibilidad de que no podría regresar con vida de aquel encuentro, le dio a Aang el suficiente coraje y la motivación para declarar correctamente su afecto por ella - en la forma de un beso, a la que ella respondió inclinándose. Después, sin embargo, ella miró hacia otro lado, y su expresión parecía un poco triste, aunque esto podría ser interpretado como su forma de pensar sobre el beso y preocuparse por el hecho de que nunca podría ver a Aang de nuevo.

Katara usaba el refuerzo positivo como método de enseñanza como maestra de Aang, algo a lo que Aang respondía de buena manera. Además, Katara siguió siendo la única persona capaz de calmar a Aang para que saliera del Estado Avatar. También, Katara pudo renovar emociones y creyó en Aang donde otros no pudieron. Mientras que otros trataron de renovar el optimismo y la esperanza de Aang, Katara fue la única que tuvo éxito.

Cuando estaban en el Templo Aire del Oeste, Aang quiso hablar con Katara sobre el beso del día de la invasión, pero ella hizo caso omiso de las palabras del joven Maestro Aire, que, cansado de sus evasivas, dejó a Katara en el lugar declarando que estaba siendo inmadura.

Aang se puso celoso cuando la actriz en el escenario que interpretaba a Katara le confesó su amor al actor que interpreta a Zuko, y dijo que solo veía a Aang como un hermano. Este malestar de Aang ocasionó que más tarde confrontara a Katara al respecto. Ella decía que sólo era una obra, pero Aang estaba convencido. Pensó que algo debía ocurrir entre ellos, ya que se habían besado en la mañana de la invasión. Katara le dijo a Aang que estaba confundida y que "no era el momento adecuado". Aang probó con besarla, sólo para que ella se retirara y reiterara, aunque un poca fuerza, que estaba confundida. Dejó Aang sintiéndose afligido y estúpido con sus propias acciones.

Tras el final de la Guerra de los Cien Años, en Ba Sing Se, Katara se acercó a Aang y se abrazaron, para luego culminar el abrazo con un beso apasionado. Este último demostró que los sentimientos de Aang por Katara eran mutuos, y los dos disfrutaron de una relación a largo plazo.

Katara y Aang fueron a Yu Dao durante el Movimiento de Restauración de la Armonía. Los dos se llamaban constantemente entre sí "cariño", para gran disgusto de Sokka quien comentó que le daban "oogies". Cuando luchaba contra los soldados de Zuko, Katara defendió a Aang después de que su ropa se incendiara y audazmente declaró: "Dejen. De. Intentar. De. Prender. A. Mi. Novio. En. ¡Fuego!", Impresionando a Aang. Cuando Aang entró en el Estado Avatar para cumplir su promesa y darle final a Zuko, Katara, una vez más calmó a Aang para que saliera del Estado Avatar. Más tarde, Aang le dio las gracias por ello, y se abrazaron.

En Ba Sing Se, Aang y Katara conocieron al Club oficial de fans del Avatar Aang, para gran disgusto de Katara. Al hacer presentaciones, Katara se aclaró la garganta para que Aang la presentara como "su novia, Katara". Una de las co-presidentes y co-fundadoras, Won-Yee respondió diciendo: "¡Qué honor es conocer a la primera novia del Avatar Aang", lo que irritó a Katara aún más. Mientras Aang continuaba impresionando a los miembros del club, sin saberlo, aumentaba los celos de Katara por la atención que estaba recibiendo. Cuando se iban, Aang comentó que las chicas lo hacían sentir "como si estuviera en su casa con su pueblo", por lo que Katara se dio cuenta que sus celos habían sido innecesarios. Esto la hizo sentirse culpable por su falta de fe en él, y cuando él le dio las gracias por haber aceptado pasar la noche, ella rechazó su gratitud, alegando que ella no se lo merecía.

Cuando volvieron a Yu Dao, Katara ayudó a Aang con sus sentimientos contradictorios. También le explicó que cuando vio a la familia de Kori, vio a su futuro con Aang. Ella le dijo a Aang que fuera a un lugar tranquilo para pensar, y partió con un apasionado beso con Katara. Aang decidió que Katara tenía razón. Cuando Aang formó los Acólitos del Aire con los miembros del club de fans, Katara miraba y admiraba desde lejos.

Más tarde se casaron, lo que culminó con el nacimiento de una hija, Kya, y dos hijos, Bumi y Tenzin.

Aliados[]

En su viaje alrededor del mundo, Aang consiguió muchos amigos de todas las cuatro naciones. Aunque Bumi seguía siendo su único amigo de antes de la guerra de los cien años y cien años después, él mencionó que tenía muchos amigos de las otras naciones, incluida la Nación del Fuego. Ahora que esos cien años habían pasado, la mayoría de sus amigos de antes de la guerra habían fallecido, aunque lo hubiera hecho, desde entonces, hizo muchos amigos después de ser liberado del iceberg. Katara, Sokka, Toph y Suki se convirtieron en sus amigos más cercanos. También formó amistades con los antiguos enemigos, como Zuko y Iroh.

Appa[]

Aang y Appa reencontrándose
Appa y Aang
Información general
Integrantes

Appa y Aang

Estado

Fuerte amistad

Naciones

Nómadas Aire

Información cronológica
Inicio

Entre el 9 y 3 AG

Appa, el bisonte volador, era la mascota de Aang y su leal amigo. Aang conoció a Appa en el Templo Aire del Este, cuando éste era sólo una cría durante un evento habitual donde todos los niños Maestros Aire se emparejaban con un bisonte volador de por vida. Después de que Aang ofreciera una manzana a Appa, el bisonte pareció relacionarse con él de inmediato, cariñosamente lamiendo su cara.

Appa fue muy fiel y protector hacia Aang, y en varias ocasiones entró a la batalla para protegerlo. El sentimiento era mutuo, cuando Toph culpó a Appa por dejar un rastro de piel para Azula y su equipo, Aang airadamente defendió a Appa. Cuando Appa fue secuestrado posteriormente por los Maestros Arena en el Desierto de Si Wong, Aang se enfureció al enterarse de ello. Entró en el Estado Avatar y destruyó todos los transportes de los Areneros. Durante su tiempo apartado de Appa, Aang estaba a menudo malhumorado, hasta que finalmente fue a buscarlo cuando viajó al Lago Laogai. Después de reunirse con su amigo, Aang lloró de felicidad.

Aang tenía un silbato de bisonte, que emitía sonidos casi inaudibles para los seres humanos, para llamar a Appa desde la distancia. Además, lo hacía volar con un grito de "¡Yip-yip!"

Bumi[]

Aang y el Rey Bumi

Aang y Bumi.

El Rey Bumi, gobernante Maestro Tierra del Reino Tierra de la ciudad de Omashu, era el único amigo de Aang del que se tuviera conocimiento que seguía vivo tras la desaparición de Aang hacía cien años. Aang cariñosamente lo recordaba cómo un joven Bumi que le enseñó a utilizar rampas del Sistema de correo de Omashu como un súper tobogán gigante. Ahora un supercentenario, Bumi mantienía el pensamiento excéntrico y poco convencional que causó Aang lo llamara, "un genio loco". Además, también mostró un sentido similar de la diversión de su infancia, disfrutando de montar la rampa del correo con Aang de nuevo. Aang había planeado recibir enseñanzas en Tierra Control bajo la tutela del Rey, pero después de que el Avatar se enterara de que Bumi había sido hecho prisionero, sin ninguna intención de escapar de su prisión, tras la captura de Omashu, esperando una oportunidad sin decir, Aang se vio obligado a encontrar un nuevo profesor. Aang después nombró a su primer hijo en su honor.

Gyatso[]

Gyatso y Aang

Gyatso y Aang.

La relación del Monje Gyatso y Aang se desarrolló únicamente antes de que el Avatar escapara del Templo Aire, era claro que el monje mayor era una figura importante en la vida del joven Avatar como un mentor, tutor y padre sustituto. Según Aang, Gyatso le enseñó todo lo que sabía. Cuando los otros monjes revelaron que Aang era el Avatar - un total de cuatro años antes de lo previsto - Gyatso fue la única persona que simpatizó con él, trató de aliviar las emociones confusas de Aang y distraerlo través de la diversión y los juegos, pero esto fue mal visto por el Monje Tashi, que creía que Aang debería haber ocupado ese tiempo aprendiendo los cuatro elementos, y llevó este asunto ante el Consejo de Ancianos. Cuando el Monje Pasang decidió separar Aang y Gyatso, para que el joven Maestro Aire pudiera concentrarse en su entrenamiento, un Aang muy angustiado que espiaba la conversación huyó junto a su bisonte volador, Appa.

Cuando Aang se enteró de la muerte de Gyatso, él se enfureció tanto que provocó el Estado Avatar, y cuando meditaba en su duelo con el fin de abrir su chakra del aire, tuvo una visión de los Nómadas Aire, con Gyatso estando primero entre ellos.

Iroh[]

Iroh fue originalmente uno de los enemigos de Aang, aunque de manera indirecta, ya que el Maestro Fuego estaba ayudando a su sobrino, el príncipe Zuko, en la captura del Avatar y restaurar su honor en la Nación del Fuego, en realidad, solo atacó al equipo al principio de su viaje. Iroh y Aang no se conocieron mucho verdaderamente durante la mayor parte de sus viajes, pero, mientras que el Avatar aprendía Agua Control en el Polo Norte, la Marina de Fuego atacó la Tribu Agua del Norte. En medio del caos, el almirante Zhao fue capaz de infiltrarse en el Oasis de los Espíritus y trató de matar al Espíritu de la Luna. Cuando Aang no pudo detenerlo, Iroh intervino y le advirtió a Zhao que dejara ir al espíritu , ya que alterar el equilibrio natural no sólo afectaría a la Tribu Agua, sino también al mundo entero. Cuando el almirante arrogantemente rechazó la idea y mató al Espíritu de la Luna, el antiguo general derrotó al resto de los soldados de la Nación del Fuego antes de ayudar a la Princesa Yue en su sacrificio.

Algunas semanas más tarde, un Aang completamente privado de sueño luchaba un duelo a tres bandas entre Zuko, la Princesa Azula, y él mismo; cuando Iroh, junto a Katara, Sokka y Toph llegaron en su ayuda. Incluso en contra de los esfuerzos combinados del equipo, el príncipe y el Dragón del Oeste, Azula fue capaz de escapar.

Aang pasó algún tiempo con Iroh cuando los dos fueron por un túnel en las catacumbas de Ba Sing Se, a fin de salvar a Katara y Zuko del Dai Li. A pesar de un pasado de ataques, Aang no guardaba rencor real contra Iroh, ya que éste sólo había acompañado Zuko en los intentos del príncipe exiliado de capturar el Maestro Aire, el miembro de la Orden del Loto Blanco no se oponía al Avatar. En cambio, Aang, que sabía que Iroh había aconsejado a Toph, le preguntó al sabio Maestro Fuego en busca orientación. Cuando Aang explicó que se le había dado la oportunidad de dominar el Estado Avatar al abrir los chakras, pero que esto significaría renunciar a sus sentimientos por Katara, y que no había elegido la opción de hacerlo, Iroh elogió a Aang por la elección del amor en lugar del poder, declarando, "La perfección y el poder están sobrevalorados. Creo que es muy sabio elegir la felicidad y el amor." Después de reunirse con unos con otros, Katara y Aang se vieron obligados a luchar tanto contra Azula y Zuko. Cuando la princesa de la Nación del Fuego disparó un relámpago al Avatar, Iroh se unió a la lucha, manteniendo a raya a los Maestros Fuego y el Dai Li por un tiempo lo suficientemente largo para permitir que Katara escapara con un Aang herido.

Iroh, el Gran Loto de la Orden del Loto Blanco, más tarde ayudó al Equipo Avatar en derrotar a la Nación del Fuego, y se convirtió en un amigo oficial de Aang después del final de la Guerra de los Cien Años, como se muestra en el Dragón del Jazmín.

Korra[]

Aang restaurando el Control de Korra

Aang restaurando los poderes de Korra.

El Avatar Korra es la reencarnación inmediata de Aang, nacida en la Tribu Agua del Sur, Korra inicialmente no tenía ninguna relación con el Avatar anterior, ya que tenía dificultades con el lado espiritual de las artes de Control. Ella, sin embargo, aprendió Agua Control de la esposa de Aang, Katara, con quien desarrolló un fuerte vínculo, quien llegó a darle su bendición cuando la joven intentaba huir a escondidas a Ciudad República.

Finalmente, Korra comenzó a tener diferentes visiones de un Aang adulto, junto con Toph y Sokka. Korra inicialmente fue incapaz de averiguar lo que significaban las visiones hasta que le comentó del tema a Tenzin, quien dijo que el espíritu de Aang podría estar tratando de ponerse en contacto con la joven Avatar.

Korra finalmente hizo una conexión con Aang cuando Tarrlok la secuestró. Con el fin de encontrar una manera de escapar, Korra meditó y descubrió la lucha de Aang con el padre de Tarrlok, Yakone, hacía cuarenta años. Con estas visiones, Korra logró entender que Aang había estado tratando de advertirle de Tarrlok, que había heredado la habilidad de su padre para hacer Sangre Control sin luna llena.

Cuando Korra perdió sus poderes a manos de Amon, estaba en un punto muy bajo en su vida, y salió corriendo lejos de su familia y amigos para estar sola por un momento. De repente, el espíritu de Aang apareció y se acercó a la joven Avatar, diciéndole suavemente que por fin se había conectado con su ser espiritual y que "cuando alcanzamos el punto más bajo [en la vida], estamos abiertos al mayor cambio". Todos los Avatares anteriores entonces aparecieron detrás de Aang, quien compasivamente utilizó Energía Control para restaurar los poderes de Korra, y transmir el conocimiento a ella.

Kuzon[]

Kuzon era un antiguo amigo de Aang de la Nación del Fuego. Los dos tenían una relación muy estrecha, ya que "[ellos] solían entrar y salir de tantos problemas juntos". Aang incluso se refirió a él como "uno de los mejores amigos que [había] tenido".

El nombre de Kuzon también le ofreció una mano de ayuda a Aang cuando el Equipo Avatar viajó a la Nación del Fuego. Cuando un profesor de una escuela de la Nación del Fuego le preguntó a Aang su nombre, eligió el nombre Kuzon como nombre para encubrir su identidad.

Lin Beifong[]

Lin y Aang "se llevaban estupendamente" y disfrutaban de su mutua compañía. Durante la fase final del torneo de pro-Control, Lin dijo que consideraba difícil creer que el dulce padre de Tenzin se hubiera reencarnado en una joven impetuosa.

Momo[]

Momo comiendo un Durazno Luna

Aang y Momo.

Aang descubrió a Momo, un lémur alado, mientras deambulaba por las ruinas del Templo del Aire del Sur. Aang lo reclamó rápidamente como mascota y lo nombró después de que el lémur le diera unos melocotones (momo es japonés para "melocotón" o "durazno"). Él también parecía muy protector de Momo, como se ve cuando golpeó una avispa halcón con el fin de protegerlo. Esto se demostró durante su batalla final con Ozai, cuando Aang le dijo a Momo, el único que lo acompañó cuando se aventuró al León Tortuga, que permaneciera lejos de la escena de la pelea.

On Ji[]

Aang y On Ji bailando

Aang y On Ji.

Mientras estaban en la Nación del Fuego, Aang accidentalmente se disfrazó como un estudiante de una escuela local; confundidos y en desesperada necesidad de ayuda, se hizo amigo de una chica llamada On Ji, quien le ayudó a lo largo de la jornada escolar. Poniéndose celoso, el novio de On Ji, Hide, amenazó a Aang por hablar con ella, pero el Avatar, no obstante, la invitó a la fiesta en la cueva, e incluso bailó con ella. Cuando el director de la escuela y varios agentes llegaron a la fiesta para detenerlo, Aang y el resto del Equipo Avatar huyeron con la ayuda de los otros estudiantes.

On Ji mostró algo de posible interés romántico en Aang, este afecto no correspondido se hizo más evidente cuando ella se sonrojó mientras Aang se acercó a ella.

Vidas pasadas[]

Aang habla con el espíritu de Kuruk

Aang y Kuruk.

Como el Avatar, Aang era capaz de hablar e interactuar con sus vidas pasadas, las encarnaciones anteriores del Espíritu Avatar.

El Avatar Roku era la encarnación directamente anterior a Aang. La primera vez que escuchó de Roku fue al ver su estatua en el santuario del Templo Aire del Sur, y lo conoció oficialmente en el Templo del Fuego en la Isla Creciente. En la Isla Creciente, Roku le informó a su sucesor de que el Señor del Fuego Ozai debía ser derrotado antes de la llegada del Cometa de Sozin al final del verano. Después, Roku se convirtió en un guía espiritual para Aang, enseñándole todo lo que sabía acerca de ser el Avatar, incluyendo los peligros del Estado Avatar, y le ayudaba cuando necesitaba consejo. Cuando Aang creía que había le fracasado al mundo, Roku, con la ayuda de Yue, le animó y le convenció para continuar con su lucha contra el Señor del Fuego como lo había hecho anteriormente. Sin embargo, lo que Roku tenía para decir no siempre fue lo que Aang quería escuchar, la sabiduría de Roku respecto a la cuestión de acabar con la vida del Señor del Fuego fue "determinante". De lo contrario, Aang cometería el mismo error cometido por Roku al perdonar la vida del Señor del Fuego Sozin, siendo así, indirectamente, la causa del Genocidio de los Nómadas Aire y la guerra subsiguiente.

Además, Aang también recurrió a las tres encarnaciones antes de Roku como apoyo y orientación. El día antes de que el Cometa de Sozin llegara, Aang se enfrentó a una crisis moral: los monjes le habían enseñado que el asesinato estaba mal, pero todo el mundo sabía que estaba presionando para poner fin a la Guerra de los Cien Años y salvar al mundo al quitarle la vida a Ozai. Después de que Roku intentara darle vueltas al asunto, le dijo Aang que tomara la vida del Rey Fénix, instándole a ser decisivo. El monje decidió acudir a sus otras encarnaciones, con la esperanza de que uno de ellos le diera una alternativa a tomar la vida de Ozai. La primera vez que se acercó al Avatar Kyoshi por un consejo, ella le recordó a Aang de su conflicto con Chin el Conquistador: había estado preparada para poner fin a la vida de Chin y por lo tanto no vio ninguna diferencia en cuanto a si ella lo había matado deliberadamente o no, y ahora Aang debía hacer. Naturalmente, Aang lamentó pedirle este consejo, declarando que "Dabía que no debía preguntarle a Kyoshi" y pasó a preguntarle al Avatar Kuruk, quien habló de cómo solía ser un Avatar relajado la Tribu Agua y cómo su falta de acción le había costado a su novia, Ummi, quien había sido secuestrada por Koh, su consejo fue que, como el Avatar, Aang debía dar forma activamente a su propio destino y el destino del mundo. Desesperado por encontrar otra manera que no implicara quitarle la vida a nadie, le preguntó al último Avatar nacido en los Nómadas Aire; el Avatar Yangchen. Aunque ella convino en que toda vida era sagrada y que Aang había aprendido bien de los monjes, le aconsejó a Aang que "el deber desinteresado" significaba que tenía que sacrificar sus propias necesidades espirituales para satisfacer las necesidades del mundo. Después de esto, Aang finalmente entendió que la única manera de poner fin a la guerra y salvar el mundo sería acabando con la vida del Señor del Fuego.

Yue[]

Aang y Yue

Aang y Yue.

Durante los acontecimientos del Asedio del Norte, Aang se dio cuenta de que había demasiados buques de la Armada de Fuego para destruirlos por sí mismo, por lo que Yue llevó al Avatar al Oasis de los Espíritus con el fin de ayudarlo en su viaje al Mundo de los Espíritus y buscar el asesoramiento de Tui y La, los Espíritus del Océano y de la Luna. Después que el Almirante Zhao matara al Espíritu de la Luna; Yue, que tenía una conexión espiritual con la luna, sacrificó su vida con el fin de restaurarlo y se convirtió en la apariencia física del espíritu.

Como el Espíritu de la Luna, Yue ayudó a Aang muchas veces. Después de que él fuera asesinado por un rayo de Azula, sirvió como guía cuando se le informó que tenía que volver a conectarse con sus vidas pasadas para mantener el Ciclo del Avatar. Después de que él se despertara de su coma, Aang decidió dejar a sus amigos y enfrentar sólo al Señor del Fuego, pero, aún lesionado, no podía hacerlo y se encontró varado en el medio del océano. Convencido de que había fallado, el Avatar incluso se negó a ser consolado por Roku, pero Yue calmó los mares, le recordó que ya había salvado al mundo y le animó a no abandonar al decir que salvaría al mundo de nuevo. Con su voluntad restaurada, Aang se dio cuenta que tenía que seguir intentándolo, y el Espíritu de la Luna lo ayudó a controlar una ola gigante que le diera un viaje seguro hacia la Nación del Fuego.

Suki[]

Suki y Aang

Aang y Suki.

Aang y Suki se conocieron cuando ella y sus Guerreras los emboscaron a él, Katara y Sokka, pero después de que Aang les informara que él era el Avatar, empezaron a tratarlos a él y sus amigos como invitados de honor. Volvieron a encontrarse en el la Bahía Luna Llena, y acompañó a Aang y el resto del Equipo Avatar cuando llevaron varios refugiados a través del Paso de la Serpiente. Cuando se enteró del secuestro de Appa, expresó su preocupación por Aang y le preguntó si se sentía bien. Cuando descubrió a Appa escondido en una cueva, Suki intentó reunir a Aang con Appa, sólo para ser detenida por Azula, Mai y Ty Lee. Aang y Suki se reunieron de nuevo cuando ella escapó de la Roca Hirviente.

El León Tortuga[]

Aang y el León Tortuga

Aang y el León Tortuga.

Cuando Aang estaba desesperado por encontrar una manera de derrotar a Ozai sin matarlo, decidió meditar constantemente sobre el tema, y vio a una isla misteriosa en la noche cerca de la costa de la Isla Ember, donde él y sus amigos habían hecho su guarida. Un Aang sonámbulo caminó hacia la isla, seguido de Momo. Aang se despertó a la mañana siguiente, creyendo que su viaje a la isla era un extraño sueño, sólo para descubrir que el sueño que una realidad. Aang no estaba sólo en la isla, sino que la propia isla, que había estado claramente cerca de la costa de la Isla Ember, estaba ahora muy lejos, en medio de la inmensidad del océano.

Aang no tenía idea de dónde estaba y expresó su confusión en voz alta. Finalmente, encontró su camino a la cima de la isla. Después de tratar de controlar la tierra bajo sus pies, la isla seguía estando tan suave y silenciosa como siempre, lo que sólo podía significar que Aang no estaba sobre una roca normal. Confundido, Aang llamó al espíritu de Roku, que estaba igual de desorientado en cuanto a Aang a su ubicación actual. Después de una serie de conversaciones con sus vidas pasadas, Aang llegó a la conclusión de que la única manera de derrotar a Ozai era matarlo, y Momo durmieron un rato esperando a ser encontrados.

Cuando Aang y Momo despertaron, la isla se movía hacia algunas montañas en el borde del mar. Poco después de darse cuenta que la isla se movía, Aang saltó al agua y nadó a mayor profundidad, donde se encontró ,para su sorpresa, que la isla tenía garras gigantescas con las que remaba. Cuando Aang resurgió, manifestó su asombro a Momo y se dio cuenta que la natación misteriosa isla era en realidad un caparazón que pertenecía a lo que Aang pensaba que era el animal más grande del mundo.

Aang se sumergió bajo el agua otra vez y se detuvo frente a lo que resultó ser párpado cerrado de la criatura que se abrió detrás de él. La criatura levantó a Aang hacia arriba con su garra. Aang salió por encima del pie la superficie del agua en la garra de nada menos que de un león tortuga. Aang se inclinó en señal de respecto ante el animal antiguo y le pidió ayuda en su búsqueda para derrotar a Ozai sin tener que matarlo . El sabio león tortuga le informó al joven Avatar de una antigua aunque olvidada arte que podría ser utilizada para derrotar a Ozai y Aang recuperó la confianza en su capacidad para derrotar al Señor del Fuego sin quitarle la vida. Un poco más tarde, el león tortuga dejó a Aang en la orilla, y le dijo que esperara a Ozai.

Recordando lo que el león tortuga le había dicho, Aang usó Energía Control en Ozai para despojarlo de su Fuego Control, evitando así tomar su vida, pero dejándolo totalmente impotente. Débil y aturdido, Ozai se vio incapaz de siquiera ponerse de pie y cayó inerte al suelo. En el proceso, se reveló que Aang se había convertido en un Avatar pleno.

Aang nunca podría haber derrotado a Ozai de la forma en que quería sin la ayuda del león tortuga. Cuando Sokka, Toph y Suki Aang se unieron a Aang poco después, él les explicó que había extraído la fuente de Fuego Control del cuerpo de Ozai, que desconcertó a sus tres amigos. Cuando Toph le preguntó qué sabio o maestro lo había entrenado para extraer la energía del cuerpo de un Maestro, Aang respondió honestamente, mostrando su gran respeto por el león tortuga.

Toph Beifong[]

Toph y Aang

Aang y Toph.

Cuando Aang verdaderamente conoció a Toph, ya que había tenido una visión de ella antes, reconoció su talento y recordó tanto su visión del pantano y el consejo de Bumi de encontrar un profesor que escuchara, y luego atacara. Queriendo hablar con ella, accidentalmente la derrotó en un encuentro de Estruendo Tierra VI y le hizo perder el campeonato, lo que la hizo disgustarse inicialmente. Más tarde, mientras que el Avatar trató de convencerla para que fuera su profesora de Tierra Control, Toph, temiendo la ira de su padre si descubría su vida secreta como la Bandida Ciega, declinó la oferta. Sin embargo, después de una cena frente a sus padres, declaró una tregua con Aang y habló con él. Los dos tomaron un paseo por el jardín, y ella le explicó por qué no podía dejar a sus padres. Tras el descubrimiento de su talento y el seudónimo por parte de sus padres, Toph se unió al Equipo Avatar con el fin de enseñarle a Aang Tierra Control. Después de una noche de insomnio, Toph acusó a Appa de conducir a Azula hacia ellos, y un Aang enfurecido le espetó, lo que la hizo dejar temporalmente el grupo. Siguiendo los consejos de Iroh, se reunió con ellos en un momento de crisis y los ayudó en la lucha contra Azula en Tu Zin. Después, Toph comenzó oficialmente con la enseñanza de Aang en Tierra Control. Tenía una pedagogía diferente a la de Katara, una mucho más dura y estricta, que incluía denigrar al joven Maestro Aire. Al igual que sus elementos, las personalidades de Aang y Toph eran completamente opuestas. Al principio, él se dejó intimidar por la naturaleza audaz de Toph y trató de trabajar en paz a su alrededor, pero con el tiempo aprendió a enfrentarse a ella después de luchar contra un León alce dientes de sable, tomó de nuevo su planeador, que Toph había estado utilizando como un cascanueces. Cuando el grupo se encontraba varado en el Desierto de Si Wong, Aang, creyendo que Toph había permitido que Appa pudiera ser capturado, le gritó en un arranque de ira.

Sin embargo, parece que tuvieron una relación más fluida con el tiempo. Aang se refería a todo el mundo, incluyendo a Toph, como su familia. Aang y Toph se hicieron buenos y firmes amigos, y Aang disfrutaba pasando el rato con ella, incluso si eso significaba estafar a la gente por dinero. Toph también se refiería regularmente a Aang como "Pies Ligeros" en referencia a sus pasos difíciles de encontrar.

A pesar de sus diferencias, Aang parecía mirar Toph con gran admiración, respeto e incluso temor, a veces debido a sus capacidades únicas de Control. Después de que Toph le explicó toda la capacidad de su poder, Aang respondió: "¡Eso es increíble!" Repitió la misma línea después de que ella reveló cómo se enteró de de la Tierra Control. Toph también parecía mostrar finalmente el respeto de los propios medios de Control de Aang, ella le dijo que justo antes de la invasión, "¡Tú eres el hombre, Pies Ligeros!" y "Espero que patees un poco de de traseros del Señor del Fuego, Pies Ligeros!" mostrando su creencia en su capacidad.

La amistad y la cooperación entre Aang y Toph persistió en su edad adulta, como se ve claramente cuando el Avatar decidió ayudar a Toph Beifong, que se había convertido en Jefe de Policía, en la detención de Yakone, un criminal que había estado aterrorizando Ciudad República. Incluso a la edad de cuarenta años, Aang se todavía era conocido por Toph como "Pies Ligeros", sin embargo, esto seguía sin divertir al Maestro Aire, lo que demuestra que la dinámica entre los dos se había mantenido casi igual.

Zuko[]

Zuko y Aang

Zuko y Aang.

El Príncipe Zuko era al principio el mayor rival de Aang. Su búsqueda persistente para capturar al Avatar, impulsada por su necesidad de contar con la aceptación de su padre, era una amenaza para ambos Aang y el mundo en general, ya que era el único que se interponía entre la Nación del Fuego y la dominación total del mundo, y sin embargo, cada uno ayudó al otro de varias maneras. Debido a su derecho al trono, y a volver a casa desde el exilio, su vida giraba en torno a la captura del Avatar, que tenía que proteger a Aang de otras posibles "amenazas": las posibilidades de que alguien más cumpliera su misión. Cuando Aang fue secuestrado por el rival del príncipe, el almirante Zhao, Zuko, ocultando su identidad detrás de una máscara azul, se hizo pasar por un vigilante y maestro espadas duales dao llamado el Espíritu Azul con el fin de Aang liberar de su custodia. A su vez, el Avatar rescató al príncipe exiliado cuando éste quedó inconsciente durante el intento de fuga. Después, reflexionando sobre un viejo amigo Nación del Fuego llamado Kuzon, Aang le preguntó a Zuko si podrían haber sido amigos en diferentes circunstancias, sólo para recibir una ráfaga de fuego en respuesta.

A pesar de las objeciones del resto del Equipo Avatar, Aang también salvó a Zuko de morir congelado en la tundra helada del Polo Norte. Posteriormente, durante su encuentro de varias semanas más tarde, Zuko y Aang inicialmente intercambiaron golpes, pero finalmente lucharon lado a lado una vez más, esta vez en contra de su enemigo común, la Princesa Azula.

La vida de Zuko se desarrollaba de manera paralela a la de Aang, ya que ambos enfrentaban a su pasado,y al mismo tiempo, más tarde, mientras que Aang estaba aprendiendo a hacer Tierra Control, Zuko también tuvo problemas con una nueva habilidad, la generación de relámpagos, y finalmente aprendido a dirigir un rayo.

Como individuos, Aang y Zuko compartían muchas similitudes: ambos tenían figuras paternas muy influyentes en sus vidas, como el Monje Gyatso fue tutor de Aang, Iroh actuó como mentor atento a su sobrino Zuko después el Señor del Fuego Ozai lo desterrara. Los dos también tenían un pasado vergonzoso y se vieron obligados a vivir con la culpa de decepcionar a quienes idolatraban, y ambos fueron siempre marcadas con un símbolo de su culpabilidad, ya que Aang había recibido sus tradicionales tatuajes de los Nómada Aire, mientras que el padre de Zuko había quemado una cicatriz en el rostro de su hijo. Además, los dos estaban luchando por algo específico; Aang luchaba para salvar el mundo y a la gente a su alrededor, mientras que Zuko se esforzaba por recuperar su honor. Hasta cierto punto, Aang mostró interés por Zuko como persona, pero el príncipe exiliado sólo veía al Avatar como un medio para recuperar su honor perdido.

Mientras estaba en Ba Sing Se, Aang, tratando de encontrar a su bisonte volador perdido, distribuyó volantes por toda la ciudad. Zuko encontró a uno de los volantes y se dio cuenta que el Avatar estaba a su alcance. Vestido con su máscara del Espíritu Azul, se coló en el escondite de los Dai Li y a la habitación en la que estaba recluido Appa. Después de Iroh lo confrontara, un Zuko muy confundido por fin vio la luz y liberó al bisonte del Avatar, pero a su regreso al apartamento, le sobrevino una fiebre profunda, durante la cual experimentó una serie de visiones, alucinaciones y sueños, algunos de que parecían aludir a acontecimientos en su vida. En el último de estos, Zuko experimentó un despertar falso en el que se vio con los tatuajes de Aang, una cabeza afeitada y sin cicatriz. Más tarde, mientras estaba en las catacumbas de la ciudad, afirmó haber cambiado para mejor, pero luego optó por ponerse del lado de Azula, quien le prometió a su honor y su trono, y trató de capturar a Aang de nuevo.

Una vez que regresó a la Nación del Fuego y recuperado su lugar como el príncipe heredero, Zuko, bajo la creencia de que Aang estaba vivo, contrató a un asesino para "terminar" al Avatar.

La madre de Zuko, Ursa era en realidad descendiente del Avatar Roku, en consecuencia, Aang era la reencarnación del bisabuelo materno de Zuko, haciendo que el Avatar y el Príncipe parientes espirituales. Después de enfrentar a su padre en el Día del Sol Negro, Zuko desertó de la Nación del Fuego con el fin de formar parte del Equipo Avatar. Aang, que no se sentía cómodo con cualquier tipo de responsabilidad en el momento, vio a las señales entre el resto del equipo en cuanto a la forma de responder, cuando Katara, que había sido herida por él en las catacumbas, reaccionó negativamente, el Avatar hizo lo mismo. Después, reveló cómo Zuko lo había rescatado de la Fortaleza Pohuai; Aang creyó que había algo bueno en él, pero cuando el Maestro Fuego quemó los pies de Toph, el Avatar fue obligado a estar de acuerdo con los otros: Zuko no podría unirse al grupo. Sin embargo, luegto Zuko defendió al grupo del Hombre Combustión y les dio tiempo suficiente para derrotarlo. A continuación, le pidió disculpas a Toph por quemarla, alegando que había sido un accidente y que necesitaba controlar sus podres para no lastimar a la gente sin querer. Después de recordar la primera vez que intentó aprender Fuego Control, y accidentalmente quemó las manos de Katara, Aang aceptó a Zuko como su instructor de Fuego Control.

Cuando capturar al Avatar dejó de ser el objetivo que guiaba su vida, Zuko parecía haber perdido la capacidad de hacer Fuego Control, así que él y Aang viajaron a las ruinas de los Guerreros del Sol con la esperanza de encontrar algo que restauraría los poderes de Zuko. Afortunadamente, se encontraron con los Guerreros del Sol, cuyo jefe decidió que serían juzgados por los maestros, Ran y Shaw, quien resultaron ser dragones. Después de que Aang y Zuko trabajaran juntos para realizar el Dragón Danzarín, Ran y Shaw los consideraron dignos y les mostraron el verdadero significado del Fuego Control. A pesar de las fechorías pasadas de Zuko, Aang parecía haber desarrollado un alto grado de respeto y admiración por él, incluso le dio el apodo de "Sifu Calor", para gran disgusto del príncipe.

Tres días antes de la llegada del Cometa de Sozin, Zuko reprendió a Aang por su falta de concentración en su entrenamiento de Fuego Control. Cuando el Avatar decidió tener una fiesta en la playa con todos sus amigos en la Isla Ember, el príncipe lo atacó en un descarado intento de obligar a Aang a entender que tenía que derrotar el Señor del Fuego Ozai antes de que el cometa llegara. Cuando Zuko le dijo al grupo del maligno plan de Ozai para arrasar el Reino Tierra, el joven Avatar finalmente se dio cuenta de la gravedad de su inevitable tarea. Zuko procedió a entrenar a Aang en el arte de la redirección de relámpagos para protegerlo contra Ozai, y le explicó el peligro a partir de su propia experiencia con su padre. Cuando el monje entendió que no habría agua de los espíritus si algo salía mal, su maestro de Fuego Control le dijo sin rodeos, "Vas a tener que tomar la vida del Señor del Fuego antes que tome la tuya." Varias horas más tarde, Aang, aún no estaba decidido, contemplando si debe tomar la vida de Ozai o no, ya que los monjes le enseñaron a valorar la vida, y cuando Zuko y el resto del equipo declaró que había que hacerlo, el Avatar se frustró y enfureció, y se fue a meditar sobre la decisión. Al día siguiente, Aang desapareció sin dejar rastro, incluso de la cazarrecompensas June y su shirshu, Nyla.

Cuando Zuko se convirtió en el nuevo Señor del Fuego, y juró que él y Aang trabajarían juntos para restaurar la paz y la unidad de las naciones devastadas por la guerra. El Avatar y el Señor del Fuego se abrazaron en un abrazo cálido, afirmando su profunda amistad.

Cuando el Movimiento de Restauración de la Armonía fue puesto en marcha y el equipo volaba a bordo de Appa, Zuko le preguntó a Aang si podía prometer algo, si en algún momento actuaba como su padre, debía matarlo, a lo que Aang aceptó de mala gana.

Un año más tarde, la amistad de Aang y Zuko se volvió tensa después que la Nación del Fuego retirara su apoyo del Movimiento de Restauración de la Armonía. Cuando Aang y Katara llegaron para ver a Yu Dao cerrada y que los guardias de la Nación del Fuego no les permitirían ver a Zuko, Aang fue atacado, pero Katara atacó de nuevo. Zuko retuvo a Katara, cosa que hizo que Aang reaccionara atacando al Señor del Fuego e incluso entrara en el Estado Avatar, hasta que Katara lo sacó.

Zuko y Aang cayeron en un altercado verbal mientras exploraban Yu Dao, con Zuko argumentando que él no iba a permitir que Aang destruyera todas las colonias que la Nación del Fuego había acumulado, Yu Dao incluida. Aang argumentó que la armonía requería cuatro naciones separadas, la paz sería imposible si una nación ocupaba a otra. El combate verbal terminó cuando Katara sugirió una reunión con el Rey Tierra, a la que los dos acordaron.

Antes de la batalla por Yu Dao, los dos tuvieron un sueño similar donde se encontraban sobre la escena de la batalla, el espíritu de Ozai detrás del Señor del Fuego y Roku de detrás del Avatar. Zuko creía que estaba "perdido" y le dijo a Aang que acabara con él. Aang entró al Estado Avatar y trató de llevar a cabo su promesa cuando Ursa se se le apareció a Zuko. Él rápidamente trató de decirle a Aang se detuviera antes de cada uno de ellos se despertara en un estado de pánico.

Los dos se encontraron en el campo de batalla, y al ver las tropas de la Nación del Fuego avanzando hacia Yu Dao, Aang entró en el Estado Avatar, con la intención de terminar al Señor del Fuego, pero Katara se llevó al Avatar de la escena, en un intento de calmarlo. Aang meditó lejos del campo de batalla, y, al hablar con Roku, descubrió que Zuko era el bisnieto del viejo Avatar. Aang volvió al campo de batalla en el Estado Avatar, abriendo una grieta en el suelo por la cual Zuko cayó. Sin embargo, Aang salvó a su amigo de su muerte, sólo para que él se derrumbara poco tiempo después.

Aang luego viajó a Ba Sing Se con Zuko, llevándolo al Dragón del Jazmín y dejándolo bajo el cuidado de Iroh. Cuatro días más tarde, el Señor del Fuego se despertó, y los dos jóvenes hablaron en la casa de té. Aang le informó a Zuko que Kuei había accedido a hablar acerca de la situación aún más precaria de Yu Dao. Los dos también hablaron de su sueño simultáneo. Zuko se disculpó con Aang, explicando que su promesa estaba haciendo de Aang una "puerta de escape" en lugar de una "red de seguridad", y que, como el Señor del Fuego, no había escapatoria. Aang respondió diciéndole a Zuko que nunca se daba suficiente crédito, y que él estaba en lo cierto acerca de la colonia al final. Entonces le dijo al Señor del Fuego que era su familia y no podía desprenderse de esos lazon, un defecto que aceptaría "en esta vida". Zuko terminó la conversación explicando que vio a su madre durante el sueño, y trataría de encontrarla en un intento de aclarar su línea de sangre oscura. Aang le animó, diciendo que era un mundo nuevo, y que todo lo que necesitaban era tomar nuevos riesgos.

Enemigos[]

Azula[]

Azula luchando contra Aang

Azula luchando contra Aang.

Azula era la hermana más joven de Zuko, una princesa de la Nación del Fuego, y la heredera al trono, teniendo en cuenta el estado de Zuko como exiliado y traidor. Cruel, despiadada y astuta, este prodigio del Fuego Control, después de haber dominado Fuego Control en su juventud, fue un oponente formidable para Aang.

Después del fracaso de Zhao en el Polo Norte, Azula se hizo cargo de los intentos de la Nación del Fuego para capturar al Avatar. Aang la conoció en Nueva Ozai durante sus intentos de rescatar al Rey Bumi. Después de una persecución a lo largo del sistema de entrega de la ciudad, Aang logró escapar con la ayuda de Bumi, aunque este último se dejó ser recapturado.

Los dos se encontraron de nuevo cuando Azula y sus aliados, siguiendo el rastro de pelaje de Appa, persiguieron implacablemente al grupo. Mientras Mai y Ty Lee seguían a Sokka y Katara, el Avatar y el la Princesa de Fuego se enfrentaron en una pequeña ciudad del Reino Tierra. Mientras se preparaban para enfrentarse, Zuko llegó, y aunque ambos Aang y el príncipe exiliado intentaron luchar contra Azula, la prodigio del Fuego Control era más que capaz de manejar el duelo a tres bandas, de hecho, ella habría salido victoriosa si no hubiera sido por la llegada de Sokka, Katara, Iroh y Toph.

Tras la llegada del Avatar a Ba Sing Se, Aang descubrió un enorme taladro de la Nación del Fuego intentando romper el muro exterior de la ciudad. Al darse cuenta de que los esfuerzos para dañar la máquina desde el interior sería inútiles, Aang fue a la cima, sin embargo, Azula lo atacó en un intento de proteger el arma mecánica. Aunque Aang estaba en mejores condiciones para luchar contra la princesa por su nuevo conocimiento en Tierra Control, aún estaban muy igualados hasta que Aang logró destruir el taladro.

Aang, con la ayuda de Katara, se enfrentó a Azula, una vez más en las Catacumbas de Cristal y fue ganando la ventaja cuando Zuko, que estaba luchando con su yo interior, se unió a la lucha.

La llegada del Dai Li obligó a Aang a intentar abandonar a Katara y abrir su séptimo chakra, para entrar en un Estado Avatar completamente dominado. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de hacerlo, fue alcanzado en la espalda por un relámpago de Azula y cayó al suelo, derrotado.

Tras la derrota de Aang en Ba Sing Se, Azula, junto con el resto del mundo, supuso qua Aanh estaba muerto, y la Guerra de los Cien Años había terminado y sido ganada por la Nación del Fuego con eficacia. Sin embargo, cuando Azula le preguntó a Zuko en lo que respecta a las posibilidades de la supervivencia del monje, sin querer le dio la sospecha de que el Avatar podría haber sobrevivido. Con el fin de evitar la deshonra a su padre Ozai, el prodigio del Fuego Control le informó al Señor del Fuego que Zuko había matado al Avatar, dejando a su hermano bajo castigo si Aang llegaba a volver.

Durante la invasión, Aang, junto con Sokka y Toph, se infiltraron en un búnker secreto de la Nación del Fuego, el Avatar tenía previsto derrotar al Señor del Fuego, que estaría impotente debido al eclipse. Como el Fuego princesa se había enterado de la invasión, mientras se hacía pasar por una Guerrera Kyoshi en Ba Sing Se, estaba preparada para el equipo y los estaba esperando en lo que era normalmente cámara secreta del Señor del Fuego, después de que el Avatar irrumpiera en la habitación, presentó a un par de agentes Dai Li y procedió a tratar de escapar, para distraer a Aang y sus amigos de alcanzar a Ozai antes del final del eclipse. A pesar de sus agentes fueron derrotados, la prodigio continuó atormentándolos incluso mientras estaba atrapada en la pared. El grupo se dio cuenta de lo que estaba haciendo e intentó hacer caso omiso de sus distracciones hasta que Azula provocó a Sokka al informarle que Suki era su prisionera. Aunque Aang intentó convencer a Sokka que cesara el interrogatorio infructuoso. La ira del guerrero era insaciable y las respuestas de la princesa fueron capaces de mantener al grupo en el lugar sin llegar a Ozai hasta el eclipse terminó, momento en el que fácilmente Azula se escapó. Tras la posterior derrota de la fuerza de invasión, Aang y los otros niños, dejaron atrás la mayor parte de sus amigos y familiares. Como ella sabía que iban a volver, y debido a que las aeronaves se movían más lentamente que un bisonte volador, Azula decidió no seguirlos.

El encuentro final de Azula con Aang ocurrió en el Templo Aire del Oeste cuando trató de destruir la estructura sagrada y al grupo con una flota de aeronaves, haciendo que el Equipo Avatar se separara una vez más ya que algunos se retiraron a pie, mientras que el resto huyó en Appa y se refugió en un acantilado cercano.

Aunque Aang nunca enfrentó Azula en combate directo de nuevo, la prodigio más tarde perdió la cordura y, después de ser derrotada por sus aliados, Katara y Zuko, fue enviado a un centro de salud mental.

Aang, siendo la reencarnación de Roku, era el bisabuelo espiritual de Azula, aunque no estaba claro si alguno de ellos era consciente de ello. De todos los enemigos de Aang, Azula fue el que estuvo más cerca de tomar su vida, ya que su rayo lo mató, hasta que Katara fue capaz de revivirlo gracias al agua del Oasis de los Espíritus, y se quedaría en estado de coma durante varias semanas. Esto también interrumpió temporalmente su conexión con sus vidas pasadas y bloqueó el Estado Avatar hasta su batalla con Ozai.

Además de ser enemigos, Aang y Azula no tenían mucha relación. Azula parecía considerar a Aang simplemente como un oponente a ser destruido y un enemigo de la Nación del Fuego, mientras que el Avatar no ha demostrado tener opinión alguna sobre la princesa, además de su evidente miedo por su destreza.

Cuando se encontraron de nuevo un año después de la conclusión de la guerra y la posterior crisis mental de Azula, Aang todavía desconfiaba de Azula. Sin embargo, él estaba dispuesto a darle la oportunidad de encontrar la paz interior, y accedió a que acompañara al Equipo Avatar en una búsqueda para encontrar a su madre. A pesar de que llegó al extremo de que la ayudara con su equipaje, se mantuvo alerta y no tardó en enfrentarse a ella cuando ella causaba algún tipo de problemas.

Hombre Combustión[]

Hombre Combustión y Aang

Aang y el Hombre Combustión.

A pesar de que rara vez se encontraban, el Hombre Combustión, anteriormente conocido como "Chispeante Hombre Bomba", fue uno de los enemigos más mortales de Aang, debido a su capacidad única para sobrecalentar el aire a su alrededor y lanzar una explosión de fuego muy poderosa desde su tercer ojo tatuado. Contratado por un Zuko preocupado, el Hombre Combustión nunca cesó en sus esfuerzos por matar al Avatar. En su primer encuentro, él y el resto del Equipo Avatar no fue rival para él a pesar de su dominio en los diferentes poderes. En su segundo encuentro, Aang y Sokka casi mueren, pero se salvaron gracias a que Katara congeló la cabeza del Hombre Combustión en un cilindro de hielo. Después, Toph manipuló una roca hacia él, la piedra golpeó su tercer ojo, lo que alteró su capacidad, e hizo que encendiera el aire a su alrededor, lo que le permitió al grupo escapar. En una tercera ocasión, el Hombre Combustión siguió a Aang y Sokka hacia un tren en la Nación del Fuego, que derivó en una lucha mientras el tren estaba en movimiento. Afortunadamente, Aang logró manipular una cantidad de agua desde un río para arrojar al Hombre Combustión fuera del tren. Su último encuentro fue en el Templo Aire del Oeste, donde el Hombre Combustión volvió a intentar matar a Aang, incluso después de que Zuko cancelara la misión, con la amenaza de no pagarle al asesino y que ofrecería más dinero para que se detuviera, ninguno de los cuales tuvo ningún efecto. Zuko logró empujar al Hombre Combustión para hacer lograr que perdiera su objetivo en dos ocasiones. Esto provocó que el asesino atacara a Zuko, que logró protegerse, aunque tuvo que agarrarse de la raíz de una planta para no caer por el precipicio. El Hombre Combustión fue derrotado después de que su habilidad fuera una vez más interrumpida, esta vez por el confiable boomerang de Sokka.

Joo Dee[]

En el comienzo de la estancia de Aang y sus amigos en Ba Sing Se, una mujer llamada Joo Dee los saludó y les explicó que iba a ser su ayudante durante su visita. Después que la pandilla llegara, ella les mostró toda la ciudad, quien los llevó finalmente a la casa de huéspedes en la que se iban a hospedar. Durante el recorrido, Joo Dee evadió preguntas sobre ver al Rey Tierra, y cuando Aang intentó recabar información sobre la posible ubicación de Appa de diferentes ciudadanos de Ba Sing Se, ella les indicó a propósito a los interrogados que no dijeran una palabra. Más tarde, cuando el Equipo Avatar logró infiltrarse en el Palacio del Rey Tierra, Joo Dee perdió su característica sonrisa al darse cuenta de su fracaso y, posteriormente, fue sustituida por una nueva Joo Dee. A su regreso, ella intentó detener a Aang de distribuir volantes preguntando por Appa. Enojado, él se acercó y le dijo que iba a hacer lo que quisiera. No había muchos enfrentamientos entre los dos, y después de que el grupo se reunió con Appa, Aang no volvió a ver a Joo Dee nuevo.

Long Feng[]

Long Feng fue posiblemente uno de los enemigos más odiados de Aang, ya que chantajeó al Avatar con un secuestrado Appa, asesinó a Jet, y casi enmarcó al Equipo Avatar como enemigos del Reino Tierra.

Incluso antes de reunirse con los miembros del grupo, Long Feng asignó a Joo Dee como su guía, y ella trabajó diligentemente para asegurar que sus intentos de encontrar a Appa y conocer al Rey Tierra fueran infructuosos.

Long Feng fue visto cuando Katara y Toph intentaron entrar a una fiesta del Rey Tierra a la que querían asistir con el fin de infiltrar a Aang y permitir que el Avatar pudiera hablar con el rey sobre el eclipse solar que se aproximaba. Cuando el guardia de la puerta se negó a dejarlos entrar debido al hecho de que no tenían entradas, solo el pasaporte de la familia de Toph, Long Feng las hizo pasar. Y posteriormente logró capturar a los cuatro jóvenes antes de que el Equipo Avatar fuera capaz de intercambiar palabras con el Rey Tierra. Después de llevarlos a su estudio privado, procedió a informarles que el Rey Tierra era casi totalmente impotente en Ba Sing Se, y que era Long Feng, el jefe de los agentes Dai Li, quien tenía el control de la ciudad. En la ciudad no se permite ninguna referencia a la Guerra de los Cien Años, ya que Ba Sing Se se esforzaba por mantenerse al margen de la guerra, y Long Feng estaba convencido de que la ciudad sería capaz de defenderse de cualquier ataque. Al darse cuenta que el Rey Tierra era poco más que una "marioneta" de Long Feng, Aang amenazó con decirle públicamente al rey, junto con los ciudadanos de Ba Sing Se, sobre el Dai Li, la conspiración y la guerra.

Long Feng respondió del mismo modo, diciendo: "Entiendo que ha estado buscando a su bisonte. Sería una pena que pudiera completar su misión." Entendiendo que el Gran Secretario, en efecto, tenía Appa bajo custodia, Aang se enfureció.

Después encontrar a Jet en circunstancias muy sospechosas, circunstancias orquestadas por el propio Long Feng, en un intento de engañar a Aang para que dejara Ba Sing Se, fue como el Equipo Avatar, Smellerbee y Longshot, se dieron cuenta que algo muy siniestro estaba ocurriendo y que a Jet le habían lavado el cerebro. Tras la restauración de su memoria, Jet llevó al equipo a la sede Dai Li bajo el Lago Laogai, donde el grupo descubrió todo el rigor de la conspiración, que incluía el lavado de cerebro a niñas para que se convirtieran en Joo Dees. En el interior del búnker subterráneo, Aang, junto con Jet, una vez más enfrentaron a Long Feng, el Gran Secretario. Cuando Long Feng empezó a verse superado, dijo la frase clave que obligó al ex Libertador a atacar al Avatar.

Aang logró romper el trance de Jet y permitir que el joven recuperara el control, pero Long Feng utilizó Tierra Control para golpearlo. Debido a que el Avatar se negó a dejar a su amigo caído, Long Feng pudo escapar. Dejando a Jet bajo el cuidado de Smellerbee y Longshot. El Equipo Avatar se aventuró fuera del búnker y se reunió con Appa. Con la ayuda del bisonte volador, el grupo fue capaz de superar a los agentes Dai Li, en el proceso, Appa mordió la pierna de Long Feng.

El Equipo Avatar entonces irrumpió el palacio del Rey Tierra y, con la marca de mordedura en la pierna de Long Feng como prueba, fueron capaz de convencer al Rey Tierra Kuei para inspeccionar Lago Laogai.

Después de un fallido intento de mostrarles la sede subterránea, que había sido destruida por los Dai Li mismos, el Rey Tierra perdió confianza, pero fue convencido de la traición de Long Feng al ver el taladro fuera de la pared exterior. Long Feng fue arrestado y puesto en prisión, pero el Dai Li permaneció fiel a él.

Ozai[]

Aang usa Energía Control en Ozai

Ozai y Aang.

El despiadado líder de la Nación del Fuego Ozai, era el mayor enemigo de Aang. Fue Ozai que encargó a Zhao con la tarea de capturar al Avatar y hasta lo ascendido a almirante para que pudiera tener mayores recursos para hacerlo. Se ha puesto de manifiesto que con el fin de detener a la Nación del Fuego y salvar al mundo, Aang tenía que enfrentar y derrotar al Señor del Fuego antes de que el Cometa de Sozin llegara, lo que mejoraría todo Fuego Control. Para ello, Aang entrenó durante toda su viaje en dominar los cuatro elementos para que el Avatar fuera capaz de derrotarlo.

Cuando Aang meditó sobre sus temores con el fin de abrir su chakra de la tierra, tuvo una visión del Señor del Fuego envuelto en llamas, lo que representaba su mayor temor en ese momento.

Durante los días antes de la llegada del Cometa de Sozin, Aang se encontró dispuesto a matar a Ozai. Aang insistió en que no tenía ninguna razón para defender a Ozai, pero que, como Nómada Aire, le habían enseñado que toda vida era preciosa y por lo tanto, tenía que ser respetada. Aang, en un trance meditativo, se sintió atraído por una isla, donde se enfrentó a este conflicto personal y pidió a los Avatares anteriores de orientación, sin embargo, se volvió cada vez más desesperado cuando cada vida pasada le dijo que, como el Avatar, tendría que recurrir a medidas extremas para proteger el mundo, y él aceptó de mala gana el hecho de matar a Ozai. Poco después de llegar a esta decisión, Aang se dio cuenta de que la isla se movía y que era un animal de una especie, el sabio león tortuga le informó al joven Avatar de una antigua aunque olvidada arte que podría ser utilizada para derrotar a Ozai; y Aang recuperó la confianza en su capacidad para derrotar al Señor del Fuego sin quitarle la vida.

Cuando Ozai y su flota de aeronaves llegaron a incendiar el Reino Tierra, Aang dañó la nave personal del Señor del Fuego causando que él tirano reconociera la presencia del Avatar. Ozai se dirigió inmediatamente a la ofensiva, y aunque Aang utilizó una combinación de los cuatro elementos durante la batalla, el Señor del Fuego resultó ser mayor oponente del Avatar por su mayor destreza en Fuego Control y lucha. Durante esta lucha, Aang fue capaz de redirigir el relámpago que Ozai había generado, pero el monje decidió no redirigirlo al Señor del Fuego con el fin de quitarle la vida, sino que en vez de dispararle, lo dirigió al cielo. Finalmente, Ozai tomó la delantera, y Aang, gravemente herido, se protegió de los nuevos ataques dentro de una bola de roca. El Rey Fénix continuamente atacó al Avatar Aang con una llama mientras trataba de mantener su escudo, pero la esfera de piedra, finalmente cedió, y el Avatar se estrelló contra un pilar de roca, sin darse cuenta que le permitiría entrar en el Estado Avatar. Debido al gran poder del Estado Avatar, el Rey Fénix fue forzado a pasara a la defensiva, y, después de una terrible batalla, Aang logró dominarlo e inmovilizarlo con Tierra Control. El Estado Avatar, así como las vidas pasadas que controlaban a Aang, tenían la intención de quitarle la vida, pero Aang logró recuperar el control y se detuvo en el último minuto.

Aang se negó a tomar la vida de Ozai, diciendo: "Yo no voy a terminar así." Cuando se dio la vuelta, Ozai intentó atacar de nuevo, pero Aang usó la técnica del sentido sísmico de Toph para detectar los movimientos del Rey Fénix y atrapó sus manos con Tierra Control. Recordando lo que la tortuga león le había dicho, Aang usó Energía Control Ozai para despojarlo de su Fuego Control, evitando así acabar con su vida, pero dejándolo totalmente impotente. Débil y aturdido, Ozai se vio incapaz de siquiera ponerse de pie y cayó inerte al suelo.

Después que Ozai fuera encarcelado por crímenes de guerra, su hijo Zuko asumió el cargo de Señor del Fuego. El Avatar Aang por fin había cumplido su destino para salvar al mundo del Señor del Fuego traicionero.

Aang y Ozai nunca se conocieron realmente, ya que sólo se vieron una vez, pero el ex Señor del Fuego parecía tener nada más que desprecio por el Avatar, mientras que Aang simplemente lo consideraba como "una persona horrible", sin el cual el mundo probablemente estaría mejor. Sin embargo, esto no le impidió perdonar la vida de Ozai, aunque lo hizo por sus creencias, no por el Señor del Fuego.

Yakone[]

Aang usando Energía Control en Yakone

Yakone y Aang.

Aang se encontró por primera vez con Yakone en Ciudad República en el 128 DG. Se reunió con la Jefe Toph Beifong y otros miembros de la Policía para detener a Yakone después de enterarse por parte de los testigos que él había utilizado Sangre Control para cometer una serie de crímenes. En el juicio de Yakone, el Avatar estaba detrás de él con una mirada centrada en todas partes. Después que se diera el veredicto, Aang, junto con el resto de la gente en el Ayuntamiento, fueron llevados a la inconsciencia por Yakone. Mientras el delincuente intentaba escapar, el Estado Avatar de Aang se desencadenó, lo que le permitió despertar y perseguir a Yakone en una patineta de aire.

El Avatar cortó las riendas del caballo avestruz que tiraba del carruaje de Yakone y se enfrentó a él, sólo para ser llevado al borde de la muerte por la Sangre. Sin embargo, Aang utilizó de nuevo el Estado Avatar para liberarse del agarre del Maestro Sangre, lo atrapó en la tierra, y lo despojó de sus poderes, poniendo fin a su amenaza sobre Ciudad República para siempre.

Zhao[]

Zhao luchando contra Aang

Zhao y Aang.

El Almirante Zhao era un oficial militar importante en la Nación del Fuego y había creído desde la infancia que estaba destinado a la grandeza. Después de descubrir el regreso del Avatar al mundo, Zhao se convenció de que la captura de Aang sería uno de los caminos para que llegar a esa grandeza. Como resultado, a pesar de que sus encuentros eran escasos, Zhao se convirtió en uno de los principales enemigos de Aang hasta su salida de este último desde el Polo Norte.

Zhao participó en una serie de notables intentos de capturar a Aang. Mientras el Avatar estaba buscando consejo del espíritu del Avatar Roku, el príncipe Zuko fue capaz de seguirle la pista a la Isla Creciente. El entonces comandante, a cargo del bloqueo, permitió que el príncipe exiliado entrara en aguas de la Nación del Fuego, y luego lo siguió. Al llegar al Templo del Fuego, Zhao intentó arrinconar y emboscar a Aang, que ya estaba hablando con Roku, pero los planes del Maestro Fuego se vieron frustrados cuando Roku mismo intervino y causó que el volcán bajo el templo entrara en erupción, y en la confusión, el equipo fue capaz de escapar. Algún tiempo después, el recién ascendido Almirante Zhao utilizó las habilidades de un equipo legendario de arqueros para atrapar a Aang, sólo para ver cómo el Avatar escapó de la prisión con la ayuda del Espíritu Azul. Cuando Aang brevemente estaba bajo la tutela de del Maestro del Fuego Control renegado, Jeong Jeong, el almirante llevó un convoy de barcos río arriba al campamento y procedió a atacar tanto a su antiguo maestro como al Avatar. Sin embargo, gracias a Jeong Jeong, Aang se había enterado de gran temperamento de Zhao y su falta de control, y el pacífico Avatar decidió utilizar sus conocimientos contra su enemigo por burlándose de él hasta que, por descuido de rabia, el Fuego Control salvaje de Zhao destruyó las naves en su convoy. Aang luego dejó al almirante en su derrota, ya que el monje había vencido a Zhao efectivamente sin haber atestado un solo golpe.

Antes del regreso del Avatar, Zhao había encontrado una biblioteca secreta, donde descubrió las formas mortales de los Espíritus de la Luna, Tui, y el Océano, La. Habiendo finalmente recibido el permiso del Señor del Fuego, el almirante llevó una enorme armada hasta el Polo Norte con el fin de destruir la Tribu Agua del Norte, donde Aang aprendía Agua Control, y matar al Espíritu de la Luna, la fuente de Agua Control en sí. Zhao atacó la Tribu Agua del Norte, y Aang se apresuró a tomar represalias, pero había demasiados barcos de la Armada de Fuego. El Avatar, desesperado, meditó y entró en el Mundo de los Espíritus para buscar ayuda, pero, sin él saberlo, su cuerpo físico fue capturado por el príncipe Zuko.

Mientras que el resto del Equipo Avatar buscaba el exterior de la tundra por el príncipe exiliado, Zhao invadió el Oasis de los Espíritus y se llevó el Espíritu de la Luna, cuya forma mortal era un pez koi blanco, lo que provocó un eclipse lunar, que anulaba todas las habilidades de Agua Control. Confrontado rápidamente por el equipo, así como por un Iroh enfurecido, Zhao mató al Espíritu de la Luna y huyó. Enfurecido, el Espíritu del Océano y Aang en el Estado Avatar combinaron sus poderes para formar a Koizilla y vencieron toda la flota de la Armada de Fuego. Frustrado en su huida por la aparición de Zuko, Zhao luchó contra el príncipe exiliado hasta que el Espíritu de la Luna fue restaurado por el sacrificio de la princesa Yue. Al ver el regreso de su aliado, el Espíritu del Océano renunció a su posición con el Avatar y procedió a buscar al almirante Zhao, quien, poco dispuesto a aceptar la ayuda de Zuko, aun a costa de su propia vida, se desvaneció bajo el agua y se ahogó, un hecho del que Aang no parecía tener conocimiento.

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